LA proliferación de dispositivos electrónicos y el Big Brother ciudadano están dejando en evidencia los patinazos y las torpezas virtuales de algunos políticos. ¿Qué hacen los diputados durante las tediosas sesiones parlamentarias? Pues algunos jugar, como ha quedado probado esta semana después de que dos diputados del Partido Popular hayan sido cazados en la Asamblea de Madrid mientras mataban el tiempo con sus aparatos móviles y el juego de Apalabrados. El tropezón de Bartolomé González y María Isabel Redondo tenía lugar mientras Madrid se incendiaba por la privatización de la sanidad. El jueves, al tiempo que una gran marcha blanca intentaba tumbar la votación de la Asamblea, los dos representantes de la comunidad madrileña eran fotografiados jugando. Se entretenían con la popular aplicación móvil de Apalabrados -palabras cruzadas- durante el pleno en el que se aprobaba la ley que privatizará seis hospitales de gestión mixta y una parte de los centros de salud.

Los políticos disipados se afanaban en el Scrabble que permite jugar en línea con otros usuarios y hacerlo en varios idiomas. De hecho en la imagen -tomada por el fotógrafo de un diario madrileño- se aprecia que los parlamentarios juegan en francés. La jugarreta de las dos autoridades madrileñas ha causado un considerable revuelo en las redes sociales y ha provocado el linchamiento de los dos diputados en Twitter, que no ha escatimado críticas.

Ambos se han disculpado: "No hay excusa para nuestra comportamiento", remataban casi al unísono desde Twitter. Aunque luego jugaban al escapismo: "Era el último pleno del año, en el que yo prácticamente no tenía ninguna intervención, y en un momento me relajé y metí la pata. Pedí disculpas ayer y las vuelvo a pedir ahora", dijo Bartolomé González, exalcalde de Alcalá de Henares.

adicción 3.0 La pifia de sus señorías reaviva el debate de los iPads, que ha estado en el candelero este último trimestre. Aunque en la Asamblea de Madrid no reciben gratis este gadget -algo que sí sucede en el Congreso y que también pretendía aprobar el Parlamento vasco-, la necesidad de las tablets de Apple como herramienta de trabajo está en el ojo del huracán, tal y como se demostró a principios de la legislatura en la Cámara Baja tras el robo o extravío de más de 50 aparatos que pagamos entre todos los contribuyentes.

Y es que todo parece indicar que estos dispositivos son una fuente manifiesta de distracción en el trabajo para los servidores públicos. No en vano, dos concejales del PP de Murcia fueron pillados jugando al tenis en sus iPads. Fue en mayo mientras se debatía una moción sobre la prostitución, cuando un vecino que estaba en la pajarera del salón de plenos como espectador, sacó su móvil y fotografió a dichos concejales echando partidas de tenis, compartiendo fotos y enviando mensajes.

Mientras que en el Congreso se pierden misteriosamente docenas de iPads, los parlamentarios franceses dan mejor uso a la herramienta creada por Steve Jobs. Periodistas que asistían a un pleno rutinario en la Cámara francesa fotografiaron a varios diputados echando unas manos de póker o jugando al blackjack. Otros, en cambio, se dedicaban a ojear catálogos de ropa o comprar sus vinos favoritos a través de internet.

irresistibles 'angry birds' En México, el desliz suscitó tanto escándalo que directamente les incautaron los iPads para que no pudiesen jugar ya que los diputados federales fueron sorprendidos disputando un torneo de Draws Something. Durante una sesión celebrada en abril, miembros de todos los partidos mantuvieron un torneo vía internet de un juego de dibujos, en donde el ganador se llevaría una bolsa acumulada de 850.000 pesos.

En el país azteca llueve sobre mojado. El pasado marzo, 22 legisladores fueron sorprendidos jugando al nuevo Angry Birds Space y fueron privados varios días de empleo y sueldo. "No estamos orgullosos de lo sucedido," comentó uno de los diputados suspendidos. "Pero si vieran lo divertido que está el jueguito; hay un nuevo pájaro y nuevos huevos de oro, cualquier persona normal preferiría eso que fingir que trabaja", declaró. Allí, el desaguisado no parece flor de un día porque, en octubre y por espacio de más de una hora, la senadora del Movimiento Ciudadano, Layda Sansores, se mantuvo muy entretenida con su tableta jugando a Diamond Mine. Lo hizo durante una discusión donde se analizaban los puntos de transparencia y democracia sindical de la Reforma Laboral.

patinazos públicos Pero los diputados españoles se han revelado juguetones en más de una ocasión. Porque además de la polémica de esta semana con Apalabrados se podría recordar el momento Bubble Shooter de Fátima Báñez. La ministra de Empleo incendió Twitter al publicar un tuit automático revelando sus aptitudes con un juego de explotar burbujas. El mismo día en que Mariano Rajoy comparecía para dar explicaciones sobre el préstamo de 100.000 millones a la banca española, Báñez publicaba en su perfil los resultados logrados en un juego: "¡Obtuve 5390 puntos en Bubble Shooter Adventures! ¿Puedes mejorarlo?" Posteriormente la ministra se excusó alegando una "travesura infantil".

Las redes sociales están magnificando las meteduras de pata de los políticos. La última fue la protagonizada por el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González que tuiteó por error un chiste verde. En su cuenta oficial se colgó una felicitación que contenía un chiste con referencias sexuales: "Mensaje para mis amigas: Los Reyes Magos tenían frío y les di un abrigo. Tenían sed y les di agua. Tenían hambre y les di comida. Querían sexo... y les di tu dirección. Así que ponte las pilas porque son tres y uno es negro, ja, ja, ja, ja". El tuit fue borrado en menos de un minuto. El propio González pedía disculpas y achacaba la publicación del chiste a "un error de una persona de mi equipo".

Días antes, la socialista María Antonia Trujillo también fue objeto de furibundos ataques a raíz de un comentario realizado en Twitter. A raíz del drama de los desahucios, la que fuera ministra de Vivienda afirmó: "El que tenga deudas que las pague. Que no se hubiera endeudado". La indignación provocada en la red social por el mensaje provocó que esta sugiriera en otro tuit que no se refería a los desahuciados. Aunque más tarde volvió a ejercer de pirómana, asegurando: "Yo no compro lo que no puedo pagar".