BRUSELAS. El presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, han recibido este lunes el premio Nobel de la Paz, acompañados por el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, en una ceremonia en la que han hecho varias referencias a las "dificultades" que plantea la crisis económica en Europa y de la amenaza que supone para la unidad de la UE.
"En un momento en el que la prosperidad y el empleo, las piedras angulares de nuestras sociedades, se ven amenazados, es natural que los corazones se endurezcan, que nuestros pensamientos sean más mezquinos, que se reabran antiguas fracturas y reaparezcan viejos estereotipos", ha dicho Van Rompuy.
Van Rompuy y Barroso han pronunciado en dos partes un discurso de agradecimiento en el que han repasado la historia de guerras y pasos hacia la paz de Europa, pero en el que no han podido evitar referencias a la crisis actual, una de las peores que ha afrontado nunca el bloque.
"Para algunos, no solo las decisiones conjuntas, sino el mero hecho de decidir juntos, puede llegar a estar en tela de juicio", ha advertido el presidente del Consejo europeo, que ha pedido "relativizar las cosas", pero ha concedido que "el reto al que se enfrenta Europa es real".
Van Rompuy ha apostado por actuar y ha asegurado que "si (en la UE) mantenemos la confianza, venceremos". "Estamos trabajando para superar las dificultades, reactivar el crecimiento y el empleo".
En cuanto a los esfuerzos de Europa para consolidar la paz en su territorio, Van Rompuy ha repasado los grandes hitos de la historia y ha celebrado el camino que ha tomado Europa. "Señoras y señores, funcionó. La paz es una realidad, la guerra es inconcebible. Aunque 'inconcebible', no significa 'imposible'", ha matizado.
Van Rompuy ha dicho que "Europa debe mantener su promesa de paz", pero ha advertido de que los peligros ahora son otros y, tras celebrar que los recuerdos de guerra sean cada vez más lejanos, ha apuntado las dificultades de la crisis económica y financiera. Una crisis, ha asegurado, que "provoca grandes privaciones entre nuestros conciudadanos y pone a prueba la solidez de los lazos políticos de la Unión".
Con todo, el presidente del Consejo ha presumido de que la UE cuenta con "una fórmula sin parangón" que es su 'arma secreta' para superar los conflictos y "estrechar nuestros intereses tan intensamente como para que la guerra sea materialmente imposible". "A través de la negociación permanente", ha dicho, para después recordar las palabras de Jean Monnet: "Más vale pelearse en torno a una mesa que en un campo de batalla".
La intervención del jefe del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, ha señalado la "búsqueda de la libertad y la democracia" como camino para acabar con las divisiones y permitir la reunificación del continente.
"La adhesión a la UE fue fundamental para la consolidación democrática en nuestros países. Porque las personas y el respeto de la dignidad humana están entre sus pilares fundamentales. Porque respeta las diferencias a la par que impulsa la unidad. Y así, tras la reunificación, Europa fue capaz de respirar con sus dos pulmones, como dijo Karol Wojtyla. La Unión Europea se ha convertido en nuestra casa común", ha dicho Barroso.