Bruselas. Los ministros de Exteriores de la OTAN autorizaron ayer el despliegue de misiles estadounidenses, alemanes y holandeses en territorio de Turquía con el fin de defender el país d Al mismo tiempo, el secretario general de la Alianza, Anders Fogh Rasmussen, advirtió al régimen sirio de Bachar Al Assad de que el uso de armas químicas sería "completamente inaceptable" y desencadenaría "una reacción inmediata" de la comunidad internacional. "Cualquier despliegue será únicamente defensivo y no dará apoyo a ninguna zona de exclusión aérea u operación defensiva", señalaron los ministros de Exteriores en una declaración escrita tras la decisión de la OTAN de autorizar los misiles en Turquía. La medida, recalcó la Alianza, tiene como objetivo exclusivo proteger el territorio y la población de Turquía, que ya ha sufrido repetidas agresiones desde el país vecino a lo largo del conflicto entre el Gobierno de Bachar al Assad y la oposición. "El mero hecho de que los misiles Patriot estén desplegados hace que cualquier agresor potencial tenga que pensárselo dos veces antes de considerar atacar Turquía", aseguró el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, en conferencia de prensa. El político danés recordó que la "tarea última de la OTAN es la protección y defensa de sus miembros" y subrayó que todos los aliados han recalcado su solidaridad y apoyo a Turquía.

Para la OTAN, los misiles en territorio turco servirán como "disuasión efectiva" y contribuirán a reducir la tensión en la frontera. Según fuentes diplomáticas, serán utilizados principalmente para garantizar la seguridad de centros de población y de infraestructuras clave.

Los Patriot que la OTAN desplegará en Turquía son proyectiles tierra-aire diseñados para interceptar misiles, con alcance de unos 150 kilómetros y la ventaja de que las baterías pueden moverse rápidamente y resistir interferencias electrónicas. Los actuales son una evolución del modelo que comenzó a utilizar Estados Unidos a mediados de los años 80 y que se utilizaron contra Irak en la primera Guerra del Golfo. La llegada a Turquía de las baterías antiaéreas y de las tropas que las operarán se producirá en un plazo de "semanas", pero está aún pendiente de las decisiones de los tres países que cuentan con esa capacidad ahora mismo: Estados Unidos, Holanda y Alemania.