Bilbao. El PNV ha terminado su primera ronda de contactos con los partidos con cierto poso de satisfacción al constatar que todas las fórmulas de gobierno permanecen abiertas, y que ninguna formación, salvo UPyD, que cuenta con un único parlamentario, se ha autodescartado a la hora de forjar acuerdos con vistas a la próxima legislatura. La intención del partido de Sabin Etxea pasaba precisamente por presentar a sus interlocutores una propuesta de principios básicos lo suficientemente general para que ninguna fuerza cerrara a cal y canto las puertas del acuerdo, y para que se visualizara la voluntad de los jeltzales a la hora de forjar grandes consensos. Es esa generalidad la que permitió que el PSE se abriera a un entendimiento, aunque instó a aguardar a las concreciones para fijar postura; que EH Bildu constatara opciones de coincidir con el PNV; y que el PP no se cerrara en banda tras su cita con los jeltzales, aunque sí fue más crítico al recordar que no entraría en el debate sobre los marcos de convivencia.
El candidato Iñigo Urkullu se encargó ayer de presentar el documento de propuestas sobre crisis, paz y autogobierno, un avance de la hoja de ruta de su futuro gabinete que fue remitido ayer a los partidos tras haberlo expuesto de forma esquemática y verbal en los encuentros. El texto contempla la necesidad de reformar la fiscalidad, o de labrar un nuevo estatus, pero no menciona la letra pequeña y deja muy abierta la dirección en la que deberían emprenderse esos cambios, lo que a priori facilitaría la adhesión del resto de las fuerzas. La mera alusión al nuevo marco, sin embargo, podría repeler automáticamente al PP, además de a UPyD. El documento sí destaca, no obstante, por explicar al detalle la metodología y el calendario para abordar esas reformas.
buscar los acuerdos Fuentes jeltzales explican a este diario que el PNV ha querido centrarse precisamente en pactar un método, cuestión que no resulta anecdótica, por ejemplo, en materia fiscal, donde el partido perfila el recorrido que habría de tener la reflexión para respetar las competencias forales. Poniendo el foco en principios básicos y calendarios, el partido “trata de buscar un marco en el que estemos cómodos todos, y no presentar todas las propuestas de nuestro programa para que traguen los demás”. “Si queremos acuerdos, los conseguiremos presentando unas bases mínimas, y no nuestro programa íntegro”, zanjan desde el PNV, conscientes de que sería muy difícil alcanzar un acuerdo con ningún partido planteando cuestiones al detalle.
Sería más tarde, en el Parlamento, cuando esas divergencias quedaran al descubierto y cuando deberían ser reconducidas; o bien en posteriores reuniones, ya que las bases presentadas hasta ahora sirven de orientación a los partidos para decidir si hay margen o no para el entendimiento y para bajar a lo concreto.
Sin embargo, y en debates como el fiscal, la formación cree que será difícil entrar en mayores detalles en las próximas jornadas porque esa cuestión compete a las diputaciones y no al Gobierno, y porque sería complicado que una comisión no tan técnica como lo exige una revisión fiscal descienda al nivel de discutir en cuántos puntos debe subirse o bajarse un tributo. “Requiere de mucho análisis de expertos”, recuerdan. Las mismas fuentes puntualizan que la propuesta fiscal del PNV “está lista”, pero que no la ha hecho pública porque debe ser acordada entre las diputaciones y Lakua.
Desde Sabin Etxea puntualizan que el pacto de país por la crisis, la paz y el autogobierno no está vinculado a la gobernabilidad del día a día, que se encontraría en un segundo nivel, y de la que “no se ha hablado” en las reuniones. De hecho, consideran que se puede tanto conformar un Ejecutivo y pactar después sobre estas materias, como llegar a pactar una fórmula de gobierno en base a esos preceptos. “Se puede formar un Gobierno y después negociar esto. Otra cosa es que de estos tres pactos pueda llegarse antes a una fórmula de gobernabilidad”, plantean.
Tras haberse citado con EH Bildu, PSE, PP y UPyD, Urkullu compareció ayer ante los medios de comunicación para opinar que existe una base “firme y suficiente como para llegar a acuerdos muy importantes para el futuro de Euskadi”, y para no descartar ninguna fórmula de gobierno, aunque insistió en que, por encima de la conformación del nuevo Ejecutivo, primaría la necesidad de llegar a grandes acuerdos por la crisis, la paz y el autogobierno. La formación remitió ayer por la tarde a esos partidos su propuesta por escrito y con mayores concreciones para que decidan si procede convocar nuevas reuniones la próxima semana al objeto de profundizar en los acuerdos.
Urkullu agradeció el diálogo “abierto y constructivo” de los partidos, y prefirió aguardar a la respuesta de las fuerzas para ir concretando fórmulas de gobierno.