Madrid. El líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se siente "unánimemente apoyado" por la Ejecutiva Federal de su partido, incluido el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán. Así lo aseguró ayer tras presidir la reunión del órgano de gobierno del PSOE en la que, según aseguró, nadie cuestionó su liderazgo tras el fracaso electoral en Galicia y el País Vasco. Después de cuatro horas de debate, Rubalcaba compareció en rueda de prensa y, adelantándose a cualquier especulación, quiso sentenciar casi desde el comienzo: "Como secretario general me he sentido unánimemente apoyado y en la misión que tenemos como dirección también".
Y es que, según coincidieron en subrayar varios miembros de la Ejecutiva Federal, el encuentro de la plana mayor socialista sirvió para cerrar filas con Rubalcaba, hasta el punto de que el propio Griñán "ha plegado velas respecto a la posición que venía manteniendo en los últimos días". Las fuentes consultadas criticaron veladamente la ambigüedad pretérita del presidente andaluz que, valiéndose incluso de los medios, ha llegado a postularse como sucesor de Rubalcaba, aunque ayer "no hizo ninguna alusión a estos temas y centró su intervención en el debate territorial, para defender que no puede circunscribirse sólo a Madrid-Barcelona". Una opinión que luego compartió públicamente Rubalcaba, quien se esforzó en dejar clara la buena relación que mantiene con Griñán, quien "ni me ha pedido la dimisión, ni se ha postulado para sucederme".
"No tengo intranquilidad", sentenciaba el secretario general del PSOE al ser preguntado de nuevo sobre las supuestas intenciones de Griñán. Sin embargo, y aunque no le citó expresamente, Rubalcaba sí se cuestionó el hecho de que Griñán lamentara que el PSOE aprobara en el verano de 2011 la reforma de la Constitución. Aunque admitió que en términos electorales "fue tremendo" para él y para el PSOE, Rubalcaba prefirió ser "responsable" y "prudente" y evitó "esas cosas del fácil arrepentimiento".
Referéndum El otro gran tema tratado ayer por la dirección socialista fue la situación en Cataluña. Rubalcaba reconoció discrepancias con el PSC por la cuestión del referéndum y aclaró que no comparte "la fórmula del derecho a decidir, ni por lo tanto esa parte de su programa electoral", aunque entiende que los socialistas catalanes hayan entrado en esta "polémica porque es permanente en Cataluña estos días". Rubalcaba recordó no obstante que el PSC defiende en ocasiones cosas con las que el PSOE no está de acuerdo, aunque subrayó que sí comparten "lo esencial", que es que Cataluña "tiene que seguir formando parte de España y que hay que hablar para mejorar esa relación".