Madrid. Son las elecciones gallegas, y no las vascas, donde Mariano Rajoy y el PP se la juegan. Los populares dan por amortizada una pérdida de votos y escaños en la CAV tras las elecciones de mañana. Sin embargo, una merma de votos importante en Galicia amenazaría la continuidad de Alberto Núñez Feijóo al frente de la Xunta gallega y abriría a PSdG y BNG la posibilidad de pactar y desalojar al actual presidente. La pérdida de uno de sus grandes feudos supondría un severo varapalo para el presidente español y podría abrir las primeras fisuras internas sobre la gestión de la crisis y los recortes de Rajoy.

Con las encuestas publicadas que otorgan, salvo contadas excepciones, la mayoría absoluta al PP, socialistas y nacionalistas gallegos han coincidido en los últimos días en lanzar el mensaje de que "votar a Feijóo es votar a Rajoy".

Vázquez ha buscado poner en cuestión la gestión del actual presidente denunciando "maquillaje" en las cuentas públicas y dudando de que Pemex haya firmado realmente contratos con Barreras y Navantia, mientras Jorquera ha focalizado su discurso en pedir que el voto de izquierdas, nacionalista y galleguista "se concentre" en el BNG.

En la comunidad gallega, los socialistas aseguran que confían en la repetición del efecto Andalucía de marzo, cuando las encuestas les daban la pérdida de la mayoría absoluta y, finalmente, pudo más el rechazo a un Gobierno en solitario del PP. Citan para ello encuestas que dan más de un 40% de rechazo a Gobiernos en solitario y de pulsión de cambio en Galicia

Por su parte, Feijóo ha reivindicado el "sentidiño" con el que actuó al frente de la Xunta y se ha aferrado al trabajo hecho en los últimos cuatro años desde el primer día de campaña. Frente a las críticas de PSdeG y BNG, ha insistido en que su gestión ha convertido a Galicia en la comunidad "más solvente" de España y ha "despejado el riesgo de rescate".

El PP asegura que en Galicia el efecto Andalucía les favorece. De hecho, están satisfechos porque el debate se desarrolla en clave gallega y no española y porque lo ajustado de las encuestas permite movilizar a los suyos, incluso los más molestos con Rajoy, para evitar que ganen nacionalistas y socialistas. Sus encuestas superan esas expectativas y les dan hasta dos escaños por encima de la mayoría absoluta. La Ley D'Hont favorece a los partidos que tienen mucha diferencia sobre el segundo, lo que permite sacar más escaños con menos votos. En Galicia el PP cuenta con una fidelidad de voto superior con mucha diferencia a la del resto de partidos.

Administración autonómica El BNG resiste con un discurso no solo nacionalista, sino vinculado a la crisis. Su voto no perjudica a los socialistas si evita que el PP gane escaños, porque si los populares no llegan a la mayoría absoluta es seguro un Gobierno de coalición entre ambos. El candidato del BNG, Francisco Jorquera, ha urgido para Galicia "un concierto económico" como el vasco para que los recursos de los gallegos "no emigren" y la Administración autonómica pueda "plantar cara a los recortes", modelo que los nacionalistas le atribuyen al PPy. PSdG.

La sorpresa puede ser la irrupción de AGE, el partido de Xosé Manuel Beiras y una parte de IU, que puede llegar hasta siete escaños. La suma de BNG y AGE supera en todo caso el voto nacionalista de los anteriores comicios.

Más de dos millones y medio de gallegos están llamados hoy a las urnas para elegir a los 75 diputados del Parlamento de Galicia.