Madrid. Varios miles de personas participaron ayer en distintas ciudades de España en una manifestación-cacerolada para expresar el rechazo al pago de una deuda pública que los ciudadanos "no han creado" y que consideran por ello "ilegítima", porque solo beneficia al poder financiero.
En Madrid, miles de personas asistieron a esta protesta, convocada con el lema "No debemos, no pagamos, de nosotros depende", que está enmarcada en la campaña mundial "Global Noise-Ruido Global" contra las desigualdades y la opresión de "un sistema injusto que pone al capital por delante de las personas".
El acto, que se desarrolló entre la Plaza de Emilio Castelar y la Puerta del Sol y que contó con muchos representantes del Movimiento 15-M, se inició con una cacerolada frente a la sede del Parlamento Europeo en España. Al llegar a Cibeles, un grupo de doce personas se desnudaron y otras se quedaron en ropa interior en un círculo que rodearon de papel celofán para rechazar los recortes y el impacto de la deuda española en la política de ajustes emprendida por el Gobierno. Levantando las manos corearon consignas como "El pueblo unido jamás será vencido" o "Manos arriba, esto es un atraco", así como "Esta deuda no la pagamos", "La lucha sigue cueste lo que cueste" y "No es una crisis, es una estafa". Cuando los participantes en la protesta llegaron al Ministerio de Economía gritaron otras frases como "No nos representan".