BILBAO. El PNV volvería a ganar las elecciones autonómicas, pero seguido muy de cerca por EH Bildu, a quien aventajaría en 7 puntos y 2 escaños, considerando el peor resultado posible para los jeltzales y el mejor para la coalición abertzale. Así lo vaticina una encuesta elaborada por Gizaker para DNA, que dibuja un Parlamento Vasco muy fragmentado, en el que ningún partido se acercará siquiera a la mayoría absoluta, y en el que no tendrían cabida las formaciones minoritarias. El sondeo perfila un legislativo a cuatro, con los 24 o 25 escaños de los jeltzales a la cabeza, y con la coalición abertzale pisándole los talones con 21 o 22 asientos. Además, y aunque el PNV sea el único partido que supera en los tres territorios los votos logrados en las elecciones municipales y forales de 2011, y en las generales de noviembre, podría ser desalojado por una alianza entre EH Bildu y PSE, que se quedarían a un escaño de la mayoría absoluta considerando para ambos el peor resultado de la horquilla de escaños en la que les sitúa la encuesta. En el mejor suspuesto para ellos, lograrían 39 actas.

El sondeo, elaborado los días 2 y 3 de octubre mediante 1.350 entrevistas telefónicas, y que prevé una abstención del 31,7% y muy pocos indecisos (7,8%), permite descartar un pacto entre socialistas y populares. Incluso computando los mejores resultados que les depara la encuesta, se quedarían a ocho escaños de la mayoría absoluta. El mayor desgaste de los dos partidos lo experimentaría el PSE, que se mantiene como tercera fuerza, pero que perdería 8 o 9 escaños desde los 25 con los que cuenta en la actualidad.

La entente que sí podría materializarse es la de EH Bildu y PSE, que sitúa al PNV ante la posibilidad de volver a ser descabalgado a pesar de ser la lista más votada, como ya ocurriera tras las elecciones de 2009 con la firma de la entente entre populares y socialistas; o ante la posibilidad de que ambas fuerzas conformen un frente desde la oposición que complicaría la gobernabilidad y la aprobación de los presupuestos de los jeltzales o de otras iniciativas clave. Una alternativa que ha sido alentada en las últimas jornadas por Ezker Anitza, que ha postulado la posibilidad de conformar desde la oposición un bloque con la coalición abertzale y el PSE.

DESCALABRO DEL PSE Las filas de Patxi López son las que más votos perderían con respecto a las elecciones de 2009, cuando recabaron un 30,71% de las papeletas emitidas, frente al 19,8% que lograrían el 21 de octubre. A pesar de los recortes de Mariano Rajoy y de su corresponsabilidad en el Gobierno del PSE, el PP consigue salir prácticamente indemne de ambas experiencias y, aunque empeora los resultados logrados en las municipales y forales y en las generales, consigue superar los votos logrados en 2009, cuando obtuvo un 14,09%.

Según el sondeo, en las próximas elecciones subiría una décima -es el único que lo hace a pesar de la irrupción de la izquierda abertzale- hasta situarse en un 14,2%. Sin embargo, el reparto de sufragios por territorios podría llevarle a perder dos actas. La encuesta, no obstante, también prevé que, como máximo, mantenga los 13 parlamentarios de la última legislatura, ya que lo sitúa en una horquilla de entre 11 y 13 escaños. A pesar de que suban con respecto a 2009, los populares también tendrían motivos para la preocupación, ya que son los únicos de entre los cuatro principales partidos de la CAV que empeoran tanto sus resultados de las elecciones municipales y forales como de las generales.

Con el 33,9% de votos que le depara la encuesta, el PNV supera con creces el 27,7% de las generales y el 31,7% de las elecciones municipales y forales. A pesar del regreso de la izquierda abertzale al Parlamento, el partido de Iñigo Urkullu logra superar al resto de fuerzas y minimizar los daños ya que, con respecto a las autonómicas de 2009, a las que no concurrió ese sector político, pierde únicamente un 4,5% de votos y 5 escaños.