Vitoria. Insiste en que ningún compañero de su partido ha puesto sobre la mesa, tal y como contempla como posibilidad el estatuto del partido, una corriente alternativa a la que lidera su Ejecutiva. Pero las voces discrepantes con la línea oficial de los socialistas son una realidad en Álava que, en esta ocasión, limitarán su presencia en los postulantes parlamentarios a la aforada Natalia Rojo.

¿Considera sorprendente la lista que su partido presentará por Álava en las elecciones autonómicas?

Es una lista que tiene cambios, cambios acordados por la organización y que se han hecho sin ningún voto en contra. La política es una vocación y uno tiene que estar preparado para estar y para no estar. Y cuando llega el momento de elegir, obviamente, siempre caben criterios distintos. Todo se ha resuelto con mucho consenso. No podía ser de otra manera, porque en nuestra organización política no cabe que una organización haga lo que crea oportuno sin más. Y la lista ha salido con los parabienes de todos los órganos.

Se lo pregunto porque no es habitual, por ejemplo, que el secretario general del grupo parlamentario y número dos en los anteriores comicios, Óscar Rodríguez, no esté en la plancha.

Cuando hay que elegir hay que hacerlo, afortunadamente, entre muchos. Es una gran ventaja del PSE, que tiene muchas personas preparadas. Ha habido que elegir y hay personas que en un un momento determinado, porque están en responsabilidades públicas, terminan teniendo una cierta visibilidad y hay otras que la tendrán en la medida que tengan oportunidades. Un partido también tiene la obligación de abrir oportunidades a otras personas que no han estado en esa responsabilidad. Si en la elección aplicamos la regla de tres de que uno es conocido o de que uno estaba o tuvo tal responsabilidad, los cargos se convertirían en vitalicios.

¿Se le ofreció a Rodríguez participar en la plancha aunque no fuera en los puestos cabeceros?

La lista es la que se ha presentado y hay muchos entresijos a la hora de elaborarla, pero prefiero la discreción sobre algunas cosas. Me parece que la importancia de esa lista no está en quienes conformamos la misma, sino en que es la que va a defender un balance político de mucho nivel y un programa electoral realizado con mucho fundamento y muchas alternativas para evitar las políticas de recortes.

En esa elección de la que habla, los ausentes pertenecen a un mismo sector, por lo que parece que lejos de ser una casualidad su no incorporación a la plancha es un castigo.

Admito criterios e interpretaciones variopintas sobre lo que cada uno quiere leer de estas listas, pero éstas son las del PSE y tan válido es un compañero que mediáticamente se le defina de una manera como de otra. Para ser justo yo defino a todos como socialistas. El resto del etiquetado que mediáticamente tiene su efecto lo dejo para los que trabajan con lo mediático.

¿Piensa que tiene al enemigo en casa?

No creo que la razón de ser del Partido Socialista sea estar permanentemente mirándose al ombligo. Ese tipo de cosas me parecen muy teatreras. Sé que se usan mediáticamente pero no puedo entrar en esas valoraciones. ¿Adónde me lleva eso? Yo me tengo que fijar en lo que me ha llevado a estar aquí, que es un compromiso político. Me da mucho pudor estar hablando de nosotros, los que hablan mucho de sí mismos igual lo hacen porque no tienen nada más que contar. No podemos estar dedicando demasiado tiempo a estas cosas con la cantidad de problemas que hay. La gente está deseando enfrentarse con la política de recortes, con las políticas que tratan de desmantelar los servicios públicos. Ese es nuestro objetivo.

Su mensaje conciliador también es el del ganador de un conflicto interno, según se desprende del apoyo mayoritario que le han brindado sus compañeros. ¿Se siente así?

Las simplificaciones en política son recurrentes, pero éste es un partido que funciona colegiadamente. En la comisión ejecutiva de Álava no hubo ni un solo voto en contra de la lista que se presentó; en el Comité Nacional hubo tres abstenciones y en el Comité Federal hubo unanimidad. ¿Qué pasa, que no hay formas de pensar, matices, diferencias entre el colectivo de Euskadi y el colectivo de España? Claro que las hay, porque el Partido Socialista es un partido de hombres y mujeres libres. Y la demostración de que lo que hemos hecho aquí tiene fundamento y de que la lista es buena son todos los apoyos sucesivos que hemos tenido.

Pero el lehendakari admite que ha habido "problemas" en Álava.

El lehendakari ha dicho que hay más personas que quieren estar que puestos se pueden ofrecer. Es una realidad que lleva siempre a ajustes porque otros tienen que ir dentro. Y después ha dicho que la lista elaborada recoge perfectamente la representación del PSE. Es evidente que hay pensamientos particulares que pueden ser diferentes, no pasa nada. Pero lo que hay que saber es si las decisiones que se adoptan son representativas o no, tienen consenso o no.

Patxi López liderará la plancha, una posibilidad que ya se barajó en los anteriores comicios. ¿Satisfecho?

Es cierto, yo le ofrecí al lehendakari que liderará la lista en 2009, pero entonces pensó que era más conveniente presentarse por Bizkaia. Entendí sus razones y tuve el honor de liderar una lista que ganó al lehendakari Ibarretxe, quien en el final de campaña no paró de prometer cosas para Álava. Frente a un lehendakari con la posibilidad de ofrecer cosas a diestro y siniestro tuve la fortuna de ganar aquellas elecciones. Transcurrida la legislatura, el lehendakari actual ha decidido encabezar la lista de Álava. Al anterior siendo alavés Vitoria le irritaba bastante y salía espantado para Llodio siempre que podía. Y yo lo entiendo, no tengo nada en contra de eso. Pero Patxi decidió quedarse en Vitoria y vivir buena parte de la legislatura en esta ciudad. Ha sido un gesto político para Álava porque cuando el PSE ofrece su mejor activo a los alaveses es porque el PSE de Álava ha peleado lo suyo para ofrecer lo mejor.

Las divisiones en los partidos siempre derivan en un descenso en los apoyos electorales. ¿Teme que se repita esta tendencia?

Que yo recuerde en el Parlamento Vasco durante cuatro años hemos votado todos los socialistas igual en todas las decisiones que se han tomado. El PSE tiene contempladas las corrientes de opinión y hay que formalizarlas y, que yo sepa, en el País Vasco nunca se ha formalizado ninguna. Normalmente es una corriente que se nuclea en torno a una política concreta que es diferente. Hay perfiles dentro del partido que llevan a que uno piense que es más importante lo social en determinados aspectos o que uno piense que es más importante lo autonómico en determinados aspectos. Son elementos políticos de interés que efectivamente pueden llevar a conformar corrientes de opinión. En este caso, como digo, nunca se ha ejercido esa opción. Otra cosa es que uno para tratar de dar a entender algunas cosas utilice terminologías que pueden tener un punto de oportunidad, pero que no son realmente las que existen. Hasta donde yo recuerdo, y creo que recuerdo todo, hemos tenido siempre el mismo comportamiento político, luego algunas cosas que están relacionadas con esa denominación de corrientes igual tiene que ver con algunas cosas más personales. Si alguien quiere explicitar que hay corrientes en base a argumentos políticos, que los ponga encima de la mesa. Hasta ahora no lo ha hecho nadie.

A principios del próximo año se renovarán las ejecutivas territoriales. ¿Se juega su continuidad en los resultados de las elecciones autonómicas?

Quien se la está jugando es la ciudadanía. Lo primero que habría que preguntarse es por qué se han convocado las elecciones. Y la respuesta es que se han convocado porque solo hay dos opciones políticas para proteger y defender a los ciudadanos: una la de este Gobierno, que ha dicho que se puede mantener el modelo económico y las políticas sociales, pero que para eso hace falta más recurso. Y que esos recursos hace falta que se paguen de forma proporcional, y eso se intentó antes de las elecciones. La otras opción es la instauración de una política de recortes, una política que el PP desea ponerla en marcha inmediatamente y el PNV, también. Aunque el PNV, como suele ocurrir cuando llegan las elecciones, trata de dulcificar su postura, de no decir exactamente lo que piensa. Esto es lo que se dirime en las elecciones, todo lo demás está fuera de mis preocupaciones.

¿Se presentará a la reelección como secretario general del PSE alavés?

No tengo interés en eso ahora mismo. Pienso en lo que tenemos entre manos, unas decisiones que son decisivas. Estas elecciones no son ni para los individuos que vamos en las listas ni para las correlaciones de fuerzas. Son para los ciudadanos y estaría bien que todos pusiéramos ahí el acento.

¿Cuántos escaños supondrían un buen resultado?

El objetivo es tener como mínimo uno más que el segundo.

El Gobierno Vasco baja el telón de la legislatura sin que los funcionarios sepan si cobrarán la paga extra. ¿No se contradice esta postura con la negativa a los recortes que defendió el lehendakari?

Empezar la casa por el tejado es recurrente pero no razonable. Lo que ocurre en el País Vasco es que aquellos que recaudan, que son las diputaciones y que no están gobernadas por el PSE, no son capaces de obtener los recursos suficientes ni de implementar las políticas correctas para tener los recursos suficientes. Todas han recaudado por debajo de lo que habían previsto, han tenido un resultado muy escaso en la lucha contra el fraude fiscal y en políticas que facilitaran el pago de impuestos. Pedirle a un Gobierno que tiene que gastar que haga todas las previsiones y que resuelva todos los asuntos cuando los que le tienen que decir si le van a suministrar el dinero no se lo dicen, pues no creo que sea justo ni equilibrado. Por tanto, este no es un problema solo del Gobierno.

¿Qué le parece que el alcalde de Vitoria se presente a los comicios vascos?

Da unas pistas de algo que no queda demasiado bien. La primera, que la capital de Euskadi no necesita un alcalde a jornada completa y que el Parlamento Vasco tampoco necesita un parlamentario a jornada completa, porque no va a estar en ninguno de los dos sitios. Pero, además, el alcalde ha dicho que iba con voz propia y a defender a Vitoria. Esto quiere decir que el PP, a juicio de Javier Maroto, no es capaz de defender a Vitoria, y también que las ideas de Javier Maroto no están reflejadas en el programa del PP.