Bilbao. En menos de una semana el PSE-EE se ha quedado huérfano de sus máximos referentes de la corriente vasquista. Si hace unos días, el máximo impulsor de esa vía, Jesús Eguiguren, anunciaba que dejaba la primera línea de la política, "cansado" tras estar "en el ojo del huracán" por sus conversaciones con ETA, ayer hacía lo propio Gemma Zabaleta, consejera de Empleo y Asuntos Sociales, tras ver "culminada" su larga carrera política con un cargo en el Gobierno de Patxi López. El tercer bastión de esta corriente histórica dentro del socialismo vasco, el también guipuzcoano Odón Elorza, sigue en activo desde su escaño del Congreso de los Diputados pero ha visto mermada su influencia dentro del PSE-EE desde que fuera alejado del ayuntamiento donostiarra por su propia formación tras perder la alcaldía a manos de Bildu.
A nadie se le escapa la relevancia del anuncio de estos abandonos. Más aún cuando se producen en plena precampaña de las elecciones autonómicas, en las que el candidato socialista a repetir como lehendakari, Patxi López, debe aglutinar todas las fuerzas posibles para tener opciones de gobierno, un objetivo esquivo, según todas las encuestas. A diferencia del presidente de los socialistas vascos, que no convocó a la prensa para explicar su decisión, por otra parte ya adelantada desde hace meses, la todavía consejera del Ejecutivo vasco expuso ayer públicamente sus razones en la sede del PSE-EE en Bilbao.
Zabaleta hizo acto de presencia en la rueda de prensa acompañada por Rodolfo Ares, hasta esta semana su compañero de gobierno y director de la campaña electoral socialista, aunque se enfrentó en solitario a los micrófonos. La veterana política hizo un repaso a su trayectoria de 25 años en diferentes cargos públicos e institucionales del PSE y justificó su decisión de abandonar la política activa, que no la militancia y el trabajo puertas adentro, en haber "culminado" al frente del Departamento de Empleo su "recorrido" político y "colmado" todas sus aspiraciones.
En su despedida, que calificó de "dura" y "emotiva", envió un "mensaje" de "dignificación de la política", frente al discurso que presenta a los políticos como personas dispuestas "a cualquier cosa" por mantenerse en un cargo público. "Hay más reto personal en cambiar que en continuar", argumentó, en relación a su intención de volver a la enseñanza. Zabaleta agradeció en varias ocasiones a Patxi López el haberla nombrado consejera, "el cargo que colma la aspiración de un político: estar en el gobierno de tu país". Extendió su agradecimiento a otros dos dirigentes socialistas que han marcado su trayectoria política, el ex secretario general del PSE guipuzcoano Manuel Huertas y Ramón Jáuregui.
Nuevo socialismo vasco Pese a la evidencia de que su decisión había trascendido al mismo tiempo que la de Eguiguren y que los dos han sido los mayores exponentes de la vía vasquista, Zabaleta evitó mencionarle hasta que, a preguntas de los periodistas, se vio obligada a aclarar si las decisiones de abandonar la política activa estaban relacionadas. "En absoluto", se apresuró a manifestar. "Solo han coincidido en el tiempo, pero las razones son distintas". Al tiempo que reivindicaba el carácter "muy personal" de su decisión, quiso desvincularla "de cualquier otra cosa".
Sin embargo, reservó un momento en su intervención para asegurar que defenderá sus convicciones dentro del PSE como militante. "Soy socialista, vasca y vasquista, y voy a seguir siéndolo", sentenció.
Gemma Zabaleta obtuvo relevancia dentro del PSE cuando en el año 2002 presentó su candidatura a secretaria general de la formación al frente de la corriente denominada Nuevo Socialismo Vasco. Tras la dimisión de Nicolás Redondo Terreros al frente del PSE, Patxi López y Carlos Totorika se enfrentaron por tomar las riendas del partido, desde posiciones divergentes. En aquel momento Zabaleta, secundada por Odón Elorza y Denis Itxaso, entre otros cargos municipales, abrió una tercera vía, la del Nuevo Socialismo Vasco, que abogaba por un modelo de Estado federal, la configuración de la izquierda como eje autónomo sin dependencias del nacionalismo y el diálogo con la izquierda abertzale. Aunque buena parte de sus premisas han sido asumidas por el PSE con posterioridad, Zabaleta solo obtuvo en aquel congreso el respaldo del seis por ciento de los compromisarios socialistas.
gestión controvertida Durante su paso el actual Gobierno vasco, Zabaleta ha puesto en marcha del nuevo Servicio Vasco de Empleo-Lanbide y ha reordenado las políticas y ayudas sociales, introduciendo medidas de conciliación entre otras. Su paso por el Ejecutivo no ha estado libre de críticas, sobre todo tras aprobar este año la reducción en un 7% de las cuantías de las ayudas sociales.
El anuncio de su marcha de la política activa dio pie a la central sindical ELA-STV para tildar de "nefasta" su gestión. Recordó que la reforma de la Renta de Garantía de Ingresos "ha dejado sin derecho a las mismas a miles de personas que antes cumplían los requisitos de acceso". También criticó la puesta en marcha de Lanbide "con un gran desbarajuste organizativo", circunstancia también evidenciada por los propios trabajadores del servicio.