Vitoria. El tejido comercial alavés se ha estirado tanto a cuenta de la crisis que comienza a desgarrarse. Sobre todo el correspondiente al pequeño comercio tradicional. Tal y como indican las leyes de la lógica, los últimos vaivenes económicos han desembocado en una caída sostenida de las ventas. Los ajustes salariales y los recortes obligan a los ciudadanos a apretarse el cinturón y, en consecuencia, las cajas de los comerciantes se resienten. Los datos recopilados por la Federación Alavesa de Comercio y Servicios a lo largo del último cuatrimestre de 2011 comienzan a ser alarmantes y confirman la debilidad del sector. Y las perspectivas de cara a los próximos meses tampoco son halagüeñas. El indicador de confianza "se agrava" a tenor del escenario económico previsto, subida de IVA incluida, y se esperan nuevas pérdidas de empleo en el entramado comercial.

El reparto de malas noticias no ha sido homogéneo. Como suele suceder en estos casos, el eslabón más pequeño de la cadena es el que está resultando peor parado y, así, el retroceso ha sido mayor entre las tiendas del comercio tradicional que en entre las grandes superficies. Tal y como indican los informes de la Federación Alavesa, analizando la evolución conjunta por sectores diferenciados, el correspondiente a medianas y grandes superficies se contrajo un 3,9% frente al 4,7% del comercio minorista.

Las tiendas tradicionales, especializadas y que ofrecen un tratamiento personalizado a sus clientes, se están llevando la peor parte de la crisis ya que la ciudadanía carece de los mismos medios que antaño. Y, dentro de este apartado, los más perjudicados han sido los comercios de alimentación (-4,1%), los de equipamiento de la persona (-3%), los de equipamiento del hogar (-3,4%) y los dedicados a "otros bienes de consumo" (-5,2%).

El efecto dominó de la caída de las ventas y la reducción de ingresos se ha traducido, como no podía ser de otra manera, en una afección al empleo. Según el indicador del Índice de Comercio Interior, el desempleo entre los establecimientos minoristas creció un 1,5% a lo largo de 2011. La afiliación a la Seguridad Social, al mes de junio, muestra igualmente un descenso del 2,16% con respecto a la misma fecha del ejercicio anterior.

nuevos barrios Una de las escasas lecturas positivas que se extraen del análisis elaborado por le Federación Alavesa es que los nuevos barrios de Vitoria han contribuido a mantener el número de establecimientos minoristas. A pesar de que la tendencia generalizada en toda la CAV es de recorte progresivo del número de tiendas tradicionales, "apreciando una mayor disminución de los comercios de entre nueve metros cuadrados hasta los 119 metros cuadrados resultando los más perjudicados los de dimensiones más reducidas", la inclinación en la capital alavesa se desmarca de esta curva. "Se mantienen los niveles de comercio a finales de 2011 e, incluso, se incrementa en 10 el número de establecimientos", indica el informe. Lo malo es que, paralelamente, se confirma una desaparición paulatina del tejido comercial tradicional en el centro de la ciudad. El balance de locales tras el recuento anual arroja un saldo negativo en las zonas de Gorbea, Ensanche, Centro, Ciudad Este, Segundo Ensanche, Avenida, Lakua, Boulevard y Ciudad Oeste. El barrio de El Pilar no pierde ni gana comercios, Zaramaga obtiene uno, el Casco Viejo nueve, Arriaga-Abetxuko dos, Zabalgana once, Salburua 7 y el sur de la ciudad tres. El resultado global de Vitoria, tras las correspondientes sumas y restas, es de 10 locales más en la ciudad al cierre de 2011, alcanzándose un total de 2.972 comercios.

Los emprendedores que apuestan por estas nuevas áreas comerciales de Vitoria deciden abrir locales relacionados con la alimentación, bebida y tabaco. Los cierres de establecimientos en la ciudad, por el contrario, están vinculados al equipamiento del hogar.