Madrid. La llegada del vehículo robotizado Curiosity en Marte fue previsto para las 7.30 horas de hoy para probar una nueva estrategia de cara a encontrar vida más allá de la Tierra, según la NASA. El vehículo despegó a bordo de un cohete no tripulado Atlas 5 el pasado 26 de noviembre y, a lo largo de estos nueve meses, ha recorrido alrededor de 60 millones de kilómetros.

Nada debe salir mal cuando el Curiosity realice la arriesgada maniobra para posarse sobre el planeta rojo, ya que significaría el fracaso de la misión, que ha costado unos 2.000 millones de euros.

"La misión principal del programa de Marte de la NASA es buscar vida. Queremos respondernos la pregunta: ¿estamos solos en el universo? Para conseguir dar respuesta a esta interrogante es imprescindible ir a Marte, que es el planeta más cercano que nos puede explicar de dónde venimos, cómo se formaron los primeros microorganismos". Así declaró Dave Beaty, jefe científico del programa para el Planeta Rojo de la agencia estadounidense.

Desconocemos el origen de nuestro planeta porque, por varios procesos de erosión y de desprendimiento, las rocas más antiguas que se conservan tienen unos 3.700 millones de años y los científicos estiman que los primeros organismos se crearon alrededor de los 4.000 millones de años. De ahí que la misión MLS (Mars Science Laboratory) sea especialmente importante. En su diseño, construcción y desarrollo han participado más de 7.000 científicos de todos los lugares del mundo, todos con el mismo propósito: indagar sobre el proceso de creación del Planeta Rojo.

"Queremos demostrar que vivió periodos fríos y calientes, como la Tierra", insiste Beaty. Para comprobar que se produjeron estos episodios, lo importante es demostrar que existió vida en Marte. Por eso han escogido el cráter Gale como punto de aterrizaje.

una nueva misión Durante los próximos dos años, la nueva misión de la NASA consistirá en una expedición geológica hacia el cráter Gale, situado justo al sur del ecuador marciano, en el Monte de Sharp. Los científicos creen que el cráter se formó hace alrededor de entre 3.500 y 3.800 millones de años cuando Marte, la Tierra y el resto de los planetas del sistema solar fueron bombardeados de manera frecuente por meteoritos.

El rasgo más asombroso de Gale no es su fosa que mide 154 kilómetros de ancho en el suelo, sino las más de 5 kilómetros de escombros acumulados en el piso del cráter, que van en aumento. Los científicos creen que la montaña, situada en el centro de la cuenca, está formada por restos de capas de sedimentos que alguna vez llenaron el cráter.

Con el tiempo, los sedimentos fueron arrastrados, dejando lo que hoy se conoce como Monte Sharp, que los científicos esperan revele la historia geológica de Marte. Además de los datos recopilados, la misión recogerá datos que ayudarán a preparar una futura misión tripulada al planeta rojo.

En las maniobras de aterrizaje de 'Curiosity', participarán los dos satélites de la NASA en órbita a Marte ayudados de la sonda Mars Express, que monitorizará la trayectoria de descenso y retransmitirá los datos de la sonda estadounidense Mars Science Laboratory (MSL), y de la red de estaciones de seguimiento de la ESA. La compañía Astrium España también ha participado en la misión.

Además, un equipo de investigadores del Centro de Astrobiología, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), monitorizarán en directo "los siete minutos de pánico" o el momento del descenso del rover Curiosity de la NASA a la superficie del planeta rojo.

NASA distribuirá un juego de computación que simula virtualmente el momento en que Curiosity toque suelo marciano. El amartizaje será informado vía Twitter y Facebook.