Ginebra. Kofi Annan arrojó ayer la toalla como mediador para Siria tras llegar a la conclusión de que en las circunstancias actuales de escalada de la violencia y división de la comunidad internacional es imposible una salida política.
"Es imposible para mí o para cualquier otra persona convencer al Gobierno y a la oposición para dar los pasos necesarios para abrir un proceso político", dijo Annan en conferencia de prensa, después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, anunciara que dejará el cargo el 31 de agosto.
El todavía enviado especial conjunto de la ONU y de la Liga Árabe para Siria comunicó su decisión por carta a Ban, que anunció "con hondo pesar" su renuncia y lamentó su marcha en medio de la "espiral de violencia" que vive el país.
En privado, y últimamente también en público, el ex secretario general de Naciones Unidas se había quejado sobre todo de la falta de unidad en la comunidad internacional para poner fin a 17 meses de conflicto armado, algo que reiteró en su comparecencia de ayer.
Aún así, quiso dejar una rendija abierta a la esperanza al considerar que "Siria todavía puede ser salvada de la peor de las calamidades" si la comunidad internacional asume su responsabilidad. "No he recibido todo el apoyo que la causa precisaba (...). Existe división entre la comunidad internacional y esto es algo que no facilita la tarea del mediador", se lamentó el ex secretario general de la ONU, que aseguró que seguirá trabajando hasta finales de agosto como lo ha hecho hasta la fecha.
miembros del consejo seguridad Cinco meses después de aceptar la misión mediadora por encargo de la ONU y la Liga Árabe, Annan se despidió leyendo una declaración en la que explicó que aceptó asumir "lo que algunos llamaron 'misión imposible'", porque era "un deber sagrado hacer lo que pudiéramos para ayudar al pueblo sirio a encontrar una solución".
La creciente militarización sobre el terreno y la falta de unidad de la comunidad internacional, representada por la falta de unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU, son los elementos principales que le han llevado a tomar la decisión de dimitir. Annan fue especialmente crítico con los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, Rusia, EEUU, Francia y el Reino Unido), a los que acusó de "apuntarse con el dedo y intercambiar descalificaciones cuando necesitábamos acciones".
Además, aseguró que su plan de paz de seis puntos presentado en abril pasado, y que incluye un alto el fuego y el establecimiento de un proceso de transición política a través de un Gobierno de unidad nacional, "sigue sobre la mesa", aunque agregó que tendrá que ser ahora el Consejo de Seguridad el que lo asuma como propio. También sigue sobre la mesa la declaración de Ginebra del 30 de junio en la que el Grupo de Acción para Siria abogó por un Gobierno de transición nacional, con participación del régimen de Bacher el Asad y la oposición, como salida pacífica del conflicto.
al asad no ha cumplido El Gobierno de EEUU culpó ayer a China y Rusia de la renuncia de Kofi Annan como mediador para Siria por el rechazo de ambos países a apoyar una condena al régimen de Bachar Al Asad en el Consejo de Seguridad de la ONU. La dimisión de Annan "pone de relieve el fracaso de China y Rusia en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para apoyar resoluciones contra Asad", subrayó. Asimismo reprochó la falta de compromiso por el régimen sirio, que sigue "asesinando brutalmente" a la población a pesar de su promesa de cumplir el plan de Annan.