Damasco. Siria reconoció ayer, por primera vez, que posee armas químicas y biológicas, y amenazó con usarlas "en caso de agresión extranjera". "Ningún arma química será utilizada en Siria, con independencia del desarrollo de los acontecimientos", apuntó el portavoz sirio de Asuntos Exteriores, Yihad Maqdisi, al descartar el uso de ese tipo de armamento contra los grupos opositores armados en el país.

"Esas armas están vigiladas y almacenadas, y no serán empleadas a menos de que Siria se exponga a una agresión externa", agregó el portavoz en una rueda de prensa. A medida que la violencia escala en Siria, los insurgentes han manifestado sus temores a que las fuerzas de Al Asad recurran a esas armas no convencionales en su intento de recuperar territorios ganados por los rebeldes en todo el país. Varios países occidentales así como Israel también han mostrado su preocupación a que las armas químicas puedan caer en manos de grupos extremistas a medida que el poder de Al Asad vaya disminuyendo. Los ministros de Exteriores de la Unión Europea manifestaron ayer su "grave preocupación" por la posibilidad de que el régimen sirio emplee armas químicas y por la continua entrada de armamento en el país, frente a lo que ha acordado un endurecimiento del embargo de armas que había impuesto.

"La UE está gravemente preocupada por el potencial uso de armas químicas en Siria", indican los ministros en unas conclusiones aprobadas en un Consejo que celebran en Bruselas. También indican su "preocupación por la entrada de armas en Siria" y piden que los países dejen que enviar armamento al país.

Damasco no ha firmado la convención internacional de 1992 que prohíbe el uso, producción o almacenamiento de armas químicas, pero altos cargos han negado en el pasado que tuvieran reservas.

Presiones La presión internacional contra el presidente sirio ha aumentado en la última semana tras una ofensiva rebelde en las dos mayores ciudades del país y un devastador atentado con explosivos que mató a cuatro miembros de su círculo más cercano en Damasco. En este contexto, los jefes de la diplomacia árabe pidieron que Al Asad renuncie al poder para solucionar el conflicto que atraviesa ese país. Los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la Liga Árabe, reunidos el domingo en Doha, instaron también a los opositores sirios, incluidos los rebeldes del Ejército Libre Sirio (ELS), a que formen un Gobierno de transición.

Al respecto, Maqdisi calificó de "interferencia flagrante" en los asuntos internos de Siria la última propuesta de la Liga Árabe para que el presidente sirio, Bachar al Asad, renuncie al poder con el objetivo de solucionar la crisis en el país. El responsable de Exteriores sirio insistió en que su Ejecutivo está a favor del diálogo político y que el pueblo sirio es el "soberano de sí mismo y el que decide quitar gobiernos o presidentes pero a través de las urnas". En alusión a los países árabes, Maqdisi dijo que si estos "querían de verdad el interés del pueblo sirio, habrían parado de acoger y armar" a los grupos armados.

"Nosotros hemos aceptado el proceso político contemplado en el plan de Kofi Annan", subrayó el portavoz sirio, en referencia a la iniciativa de paz del mediador internacional, que establece, entre otros puntos, el inicio de diálogo entre el régimen y la oposición. Según su versión, el Ejército sirio está defendiendo a los sirios y civiles en algunas localidades del país y respondiendo a "los que levantan sus armas contra el Estado".

La reunión de los ministros árabes, a la que acudieron el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, y representantes de la oposición siria, estuvo precedida por una escalada de la violencia en Siria. Los combates entre las tropas gubernamentales y la oposición armada se han recrudecido en los últimos días y se han expandido por las ciudades de Damasco y Alepo.