MÚNICH. Valls y el ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, insistieron hoy en Múnich, tras la reunión de ministros del G6 -Alemania, España, Francia, Italia, Polonia y Reino Unido- en exigir la disolución incondicional de ETA y garantizaron la continuidad de la estrecha colaboración entre ambos países en la lucha contra el terrorismo.
El ministro francés señaló que "le corresponde al Gobierno español y sólo al Gobierno español aportar las respuestas que considere útiles" en el caso del terrorismo de ETA, al tiempo que subrayó que "la posición del Gobierno español es también la del Gobierno francés".
Fernández Díaz ha subrayado que "lo que le pide y le exige el Gobierno de España a ETA es lo que le ha pedido ya el Congreso de los Diputados y es su disolución incondicional".
También el ministro francés subrayó que "la disolución de esta organización terrorista evidentemente es una condición sine qua non", al tiempo que destacó "la voluntad" de ambos países de "mantener un estrecho acercamiento" en todo lo que concierne a la lucha contra ETA.
Fernández Díaz comunicó a su homólogo francés que "la posición del Gobierno de España en relación con ETA es que no ha habido, ni hay ni va a haber en ningún momento ningún tipo de negociación", porque "el Gobierno de España ni ha negociado, ni negocia ni va a negociar jamás con una organización terrorista".
Recordó, además, que la política penitenciaria del Gobierno español, la de "la reinserción individual en el marco de la ley", "no va cambiar" mientras ETA no se disuelva.
"Exigimos la disolución incondicional de ETA, no va a haber negociación con ETA, la reinserción sólo se puede hacer de los presos etarras que lo deseen individualmente, no de forma colectiva, y en el marco de la ley, como corresponde a un estado democrático y de derecho como es el Estado español", resumió.