BILBAO. El Departamento de Interior del Gobierno vasco envió ayer a los mandos de la Ertzaintza una circular con instrucciones estrictas para la utilización de la escopeta con la que se disparan las pelotas de goma en las funciones de antidisturbias. La comunicación se produjo un día después de que el consejero del ramo, Rodolfo Ares, compareciera ante la comisión de Interior del Parlamento Vasco para dar explicaciones sobre el operativo del pasado 5 de junio por los incidentes en Bilbao tras el partido Athletic-Schalke 04 en el que perdió la vida Iñigo Cabacas a consecuencia del impacto de una pelota de goma disparada por la Ertzaintza.
La orden está firmada por el jefe de Seguridad Ciudadana, Josu Go-tzon Lujua, que precisamente acompañó a Ares en la intervención del día anterior ante los grupos parlamentarios en la Cámara de Gasteiz. En la misma se remiten instrucciones a los jefes territoriales de la Er-tzaintza en Bizkaia, Araba y Gipuzkoa, así como a los jefes de unidades de la Brigada Móvil y la Brigada de Refuerzo.
La circular señala algunas instrucciones para la correcta utilización de la escopeta con la bocacha y destaca que su uso "deberá regirse por los principios de adecuación, necesidad y proporcionalidad". La nota añade que la decisión de la utilización de este material dependerá del agente al mando de las patrullas actuantes, "salvo que la situación requiera de una intervención inmediata en defensa de la integridad de las y los ertzainas o de terceras personas y no puedan ser utilizados medios menos lesivos".
La comunicación precisa que los disparos con pelota de goma "se realizarán a una distancia mínima de 35 metros de la persona más próxima en la trayectoria del tiro" y siempre "apuntando a la zona inferior del cuerpo, de la cintura hacia abajo", mientras que los disparos de aviso, sin pelota, deberán de realizarse como mínimo a diez metros.
Añade la circular interna que la bocacha "se colocará siempre en la posición S (suave) o M (media) y queda termiantemente prohibida la utilización de la bocacha en la posición F (fuerte), salvo por parte de las unidades de Brigada Móvil o Brigada de Refuerzo de Seguridad Ciudadana, y cuando haya autorización una expresa de las jefaturas de estas unidades".
Estas instrucciones del Departamento de Interior a los agentes de la Ertzaintza llegan después de que el pasado jueves Ares no aclarara los hechos en torno al operativo que derivó en la muerte de Iñigo Cabacas y descartara su dimisión y la de miembros de su equipo. Por contra, dedicó buena parte de su intervención a formular la necesidad de actualizar protocolos y material para la actuación de la Ertzaintza en funciones de antidisturbios como los que se produjeron la noche del partido del Athletic. En ese marco, el director de la Policía vasca, José Antonio Varela, señaló que la distancia más corta desde la que se pudieron producir algunos de los disparos al lugar donde se encontraba el joven seguidor del Athletic "no es inferior a 22 metros" y negó que el disparo fuera a bocajarro.
Estas mismas explicaciones las ofreció ayer el consejero de Interior a los sindicatos de la Ertzaintza en una larga reunión celebrada en la macrocomisaría de Erandio. Al término de la misma, las centrales sindicales, salvo ELA, emitieron una nota conjunta en la que señalan que "la fatal consecuencia del fallecimiento de Iñigo Cabacas sólo nos puede llevar a modificar los sistemas de trabajo" y advierte de que este "hecho luctuoso" no puede ser "el principio de una incriminación de la Ertzaintza".
En la reunión estuvieron presentes los representantes de todos los sindicatos, excepto CCOO que envió un escrito, y, por parte del Departamento de Interior, el consejero, Rodolfo Ares, el viceconsejero, Miguel Buen, el director de la Ertzaintza, José Antonio Varela, y el jefe de Infraestructuras, Joseba Bilbao.
ErNE, ESAN, Sipe y Euspel explicaron que, por parte de los responsables de Interior, se les entregó a los sindicatos "las comparecencias parlamentarias de ayer tanto del consejero como del director de la Ertzainzta", mientras que las organizaciones sindicales expusieron "las deficiencias observadas y el análisis de los hechos". En ese sentido, criticaron que los responsables de Interior "han tomado nota de lo planteado, pero sin compromiso de ningún tipo" por su parte.
Asimismo, mostraron su convicción de que los agentes que actuaron en Bilbao lo hicieron en base a los parámetros de trabajo habituales y consideraron que "la fatal consecuencia solo nos puede llevar a modificar los sistemas de trabajo". Por ello, exigieron al Departamento de Interior "que lo haga a la mayor brevedad posible". Por último, reiteraron el apoyo a los er-tzainas implicados y transmitieron públicamente las condolencias a los familiares de Iñigo Cabacas.
Por su parte, el sindicato ELA explicó que, en la reunión, planteó que "los máximos responsables políticos de lo sucedido la pasada semana en Bilbao y en la que falleció el joven Iñigo Cabacas, son el propio Ares y su equipo". A su juicio, Ares "ha tratado de montar una cortina de humo para eludir sus responsabilidades", y señaló al consejero como el máximo responsable político de los hechos, por lo que "en cualquier país democrático habría dimitido ya".
ELA ha considerado que "no se puede exonerar de sus responsabilidades individuales a los agentes implicados en estos gravísimos hechos", por lo que ha exigido "que se investigue en profundidad y se depuren las responsabilidades".
Asimismo, han censurado que, "a menudo, se utiliza a la Ertzaintza para dar cobertura a unas directrices políticas concretas, favoreciendo su desarraigo con la sociedad a la que en todo momento debe servir".
A su juicio, "el problema de fondo sigue siendo la deriva a la que se ha sometido al modelo de una policía que, en todo momento, debería estar supeditado a las necesidades que tiene este país y su ciudadanía".
Desde el sindicato han explicado que el consejero de Interior ha respondido al representante de ELA que "los modelos policiales que defienden el sindicato y el Departamento son contrapuestos, y ante la petición de dimisión ha señalado que se siente legitimado para seguir en el cargo".