Bilbao. EL Aberri Eguna, día de la patria vasca, cumple este año su 80º aniversario. La primera edición se celebró el 27 de marzo de 1932, domingo de resurrección. En ella participaron, según crónicas de la época, "más de 65.000 vascos, en manifestación imponente, rindiendo homenaje a Euzkadi y a la memoria de Sabino Arana y Goiri". El Aberri Eguna es una celebración festiva y reivindicativa del nacionalismo vasco que, como en aquella primera ocasión, se convoca cada año el domingo de resurrección en los territorios de Euskal Herria y la diáspora repartida por el mundo. La conmemoración fue creada por el PNV en 1932. Ocasionalmente han tomado parte partidos de izquierdas no vinculados a dicha ideología, fundamentalmente durante la transición política española. El jeltzale Xabier Arzalluz, hace diez años, recordó que formaciones no nacionalistas, como el PSOE, participaron en las primeras celebraciones de esta convocatoria.
El historiador César Arrondo contextualizó en uno de sus trabajos los tiempos previos a esta fiesta nacionalista. Así, en el mes enero del año 1930, cayó la dictadura de Primo de Rivera, quien entre otras medidas había prohibido los partidos políticos. El 14 de abril de 1931 se instauró la Segunda República. En ese momento, los nacionalistas comenzaron a reunirse con el fin de unificar el PNV, después de la división de 1921 entre Aberri (independentistas) y Comunión (posibilistas o estatuistas). El 28 de enero de 1930, se llevó a cabo el Congreso de Vergara con el propósito de saldar los motivos de la anterior división. En el mes de febrero, comenzó la comunicación entre los sectores y en abril las reuniones entre los dirigentes de Aberri, entre ellos Baltasar de Amezaga, Ceferino Jemein y Manuel de Eguileor, y los de Comunión con los Francisco Bastarrechea, Severo de Altube y Antonio de Araluce. El 16 de noviembre de 1930 en el marco del consenso de la mayoría se firmó el Acuerdo de Bergara por el que se logró la unidad del PNV.
En 1932, llegaría el primer Aberri Eguna. En las ocho décadas transcurridas el día de fiesta y reivindicación tuvo que adaptarse a los tiempos que se corrían o corren. De las más de 65.000 personas del primer año, en tiempos de Guerra Civil se tuvo que transformar en "modestas celebraciones familiares de la posguerra o la dura represión sufrida en las décadas de los años 60 y 70, hasta las últimas ediciones de nuestros días", según citaba Marian Barandiaran en su libro Aberri Eguna. 70 años de fiesta y reivindicación, publicado por la Fundación Sabino Arana.
El pasado miércoles, el PNV difundió su manifiesto para esta edición bajo el lema Euskadi bizia. Más nación. "Desde 1932, no ha habido año ni ocasión, en libertad o dictadura, en la que el Partido Nacionalista Vasco no haya reivindicado en esta fecha, el derecho del Pueblo Vasco a su libertad y a su plena expresión política e institucional", comunican y auguran la primera convocatoria en otra dirección. "En el año 2012, es cuando, por primera vez en la historia desde hace 76 años, libremente, podemos reclamar el derecho a nuestra soberanía sin el azote ni la amenaza de la violencia. Han pasado ya casi seis meses desde que ETA declarara el fin de su actividad armada".
Domingo de resurrección El primer día de la patria vasca fue el 27 de marzo de 1932, queriendo conmemorar el 50 aniversario del "descubrimiento" de Sabino Arana, fundador del PNV. En un principio, el partido nacionalista quiso hacerlo coincidir con el nacimiento de Sabino Arana (25 de enero). Sin embargo, algunos historiadores consideran que los líderes del a fuerza política hicieron coincidir el Aberri Eguna con el domingo de resurrección en un intento de dotar a la fiesta de un mayor simbolismo, incidiendo en el carácter profundamente católico del nacionalismo vasco frente al secularismo de la Segunda República Española. No hay que olvidar el simbolismo del "descubrimiento" de Arana, considerado por los nacionalistas vascos como la resurrección de la nación vasca, publicaron en el diario Euzkadi. Las palabras fueron: "Se eligió la pascua de resurrección, porque fue la resurrección del alma vasca para Jaungoikua eta Lagi-Zarra (Dios y Ley Vieja), fue la resurrección de nuestra patria, el milagro que se operó en aquella mañana del año 1882".
Aquella mañana fue "luminosa", dicen las crónicas como "si quisiera rendir un tributo de colo y alegría a la gran asamblea de patriotas vascos". Atxuri fue lugar de encuentro madrugador para quienes llegaban en tren, autocares y coche de puntos de Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Hubo una peregrinación"emotiva" a la casa de Sabino Arana en la "República de Abando", donde "nació, conoció a la patria y se desveló por ella, y donde hizo el propósito de su sacrificio".
Dede primeras horas hubo "patriotas" de todos y uno de los municipios vascos. Hubo un desfile de 548 automóviles. "La emoción nos agobia. Los contemplamos en silencio y pensamos al verlos que Euzkadi será libre", publicaba el diario Euzkadi. El lema de la jornada fue ¡Bilbo'ra ala ito! (sic). La concentración se llevó a cabo en la Avenida de Sabino Arana. Eran las ocho de la mañana. Dos horas y media dspués arrancó el desfile en la "avenida del 'Maestro' junto al Sagrado Corazón". A los txistularis seguían los clarineros vestidos como en las merindades vascas. Seguido a ellos, los cuatro consejos regionales, los buru-batzar. Entre las autoridades destacaba la de Luis de Arana Goiri, hemano de Sabino, "cuya emoción es visible". Tras las banderas, los diputados. A continuación, "en primer lugar, las emakumes". Después los hombres y todo acompañado por ezpatadantzaris, hilanderas... La siguiente parada fue en "Sabin-Etxia" recibiendo "el justo homenaje vasco". En ese momento se descubrió la "lápida de Sabin-Etxia" en la plaza de Albia. En el marmol apergaminado se lee "1882'garen urtiaen goiz bat zuala... Bendito sea el día en el que conocí aa mi Patria y eterna gratitud a quien me sacó de las tineblas extranjeristas". Llegaron telegramas de adhesión al acto, incluso, de Amberes. Por la tarde, hubo actos en euskera -"el erdera desentona"- en Arriaga. La fiesta y mitin acaba con el Euzko Abendearen Ereserkiya. Los actos continuaron el lunes de Pascua.