Vitoria. La crisis afecta, pero también la actividad laboral. De ahí que las carreteras del territorio histórico se conviertan durante estos días en un enjambre de vehículos que buscan alcanzar los destinos elegidos para pasar unos días de asueto y calma gracias a la concatenación de días festivos auspiciada por la Semana Santa. El caso es que la red viaria registrará durante estas jornadas cerca de medio millón de desplazamientos de vascos que salen y regresan y de ciudadanos del resto de autonomías y países que usarán el entramado de autovías y autopistas para arribar a Euskadi o como paso para llegar a sus destinos en playas, montañas o ciudades del resto del Estado. Todo ello facilitará imágenes ya conocidas en éxodos vacacionales, con las preceptivas circulación lenta y caravanas en los nudos principales del sistema de comunicaciones. Eso, en el caso de Álava, se traducirá en colas y retenciones en Armiñón y en el acceso de la N-I y la AP-1 al pasar de tres a un único carril -ayer ya se notó el incremento del tráfico en las citadas zonas, con aglomeraciones puntuales-. En el resto de Euskadi, el punto negro por excelencia volverá a registrarse en la A-8 en la frontera de Irun, y en esta misma vía en su límite con Cantabria.
Precisamente, para encauzar el volumen de vehículos que se esperan -491.000, según adelantó la pasada semana el consejero de Interior, Rodolfo Ares-, la Ertzaintza ha puesto en marcha un dispositivo especial para intentar que la operación Salida sea lo más liviana posible para los conductores y para la red viaria. En principio, la planificación dispuesta al respecto esperaba que desde las 13.00 horas de ayer y hasta las 24.00 horas del día 9 se produzcan las mayores avenidas de turismos.
Sea como fuere y para evitar males mayores, los responsables de Tráfico han ordenado un operativo que incluye una dotación de 200 agentes de la Policía autonómica. Asimismo, se incrementará el número de operadores y telefonistas del 011, el número de información sobre tráfico. Así se tratará de minimizar las mayores complicaciones, que se producirán a buen seguro en esta primera fase de salida. De ahí que los principales llamamientos de los responsables institucionales atiendan a tal circunstancia y recomienden a la ciudadanía que traten de evitar las horas punta.
Además, para facilitar la fluidez se restringirá la circulación de los camiones de más de 7.500 kilos en los horarios más conflictivos y en los tramos de carreteras en los que se espera un mayor tráfico: A-8, N-634, N-1, N-240 y AP-1. De esta forma, desde el Ejecutivo autonómico se espera contribuir a mantener la tendencia descendente registrada en los últimos años, tanto en el número de accidentes como en su gravedad.
En concreto, según los datos facilitados por Táfico, la cifra de siniestros registrados durante Semana Santa se ha reducido en un 37% en los últimos seis años. De hecho, los accidentes han pasado de los 306 en este periodo de 2006 a 318 en 2007, 270 en 2008, 212 en 2009, 205 en 2010 y 192 del pasado 2011. Los incidentes con víctimas se han rebajado un 39,5% en ese periodo, de los 81 en 2006 a los 49 del año pasado, mientras que los acaecidos sin víctimas han caído un 36%, de 225 a 143. En cuanto a las víctimas registradas, la mayor variación se ha producido en los heridos leves, con una reducción de un 46%.