Vitoria. Seguramente sin quererlo, María Dolores de Cospedal ha insuflado un poco de aire a la caravana electoral de Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha multiplicado sus paradas diarias para, a contrarreloj, rascar todos los votos posibles a un Rajoy que se siente tan ganador como para ir avisando de que, con él, no todo será de color de rosa. No llegó ayer el líder popular al extremo de su número dos y presidenta de Castilla-La Mancha, que augura manifestaciones contra las medidas del futuro presidente, pero sí avisó de que son los propios ciudadanos los que sacarán a España de la crisis y volvió a limitar su receta para salir del agujero a la generación de empleo.

Afortunadamente, en Euskadi siempre hay un poco más de policromía y el debate electoral ofrece más aristas. ¿Se llevarán bien en el Congreso Amaiur y PNV? ¿Irá la coalición todos los días a debatir a las cámaras, o sólo cuando se traten cuestiones relacionadas con Euskadi? ¿Volverán a ser los jeltzales decisivos para la gobernabilidad del Estado? ¿Cuál de las dos formaciones tendrá más escaños? Ayer esta cuestiones lograron colarse en una agenda copada por la economía y por la pugna entre PSOE y PP. Ya lo dijo Rubalcaba, mejor el denostado bipartidismo que el monopartidismo que llegará si el PP arrasa el domingo.

El PNV también habló ayer de la crisis, pero no sólo de eso. El candidato alavés al Senado, Claudio Rodríguez, reclamaba en Vitoria una estación de autobuses que sea realmente intermodal, pues considera que en la plaza de Euskaltzaindia no podrá ser así.

Por su parte, el candidato por Bizkaia al Congreso, Josu Erkoreka, afirmó que será necesario poner en marcha más ajustes para cumplir los objetivos de déficit del Estado, y por ello llamó a las fuerzas políticas y sindicales a alcanzar un acuerdo del tipo de los Pactos de la Moncloa alcanzados en 1977 para sacar al Estado de la crisis del petróleo en plena Transición. "Esto -el objetivo de déficit- no se puede alcanzar sin recortes en el gasto público, habrá que debatir muchísimo, habrá que consensuar si eso es posible, en qué partidas del gasto público se producen esos recortes, pero algún recorte se va a tener que producir si seguimos por esta senda, si nos comprometemos a cumplir lo pacto con la UE va a ser inevitable", señaló el político jeltzale.

Con amaiur, lo justo Erkoreka defendió además en Antena 3 el papel del PNV en el Congreso, que según el candidato jeltzale ha evitado el rescate de España con su apoyo al Gobierno de Zapatero y ha contribuido además a consolidar la paz, y avisó de que con Amaiur los jeltzales tratarán lo justo. "El PNV no contempla, de ningún modo, la hipótesis de conformar grupo parlamentario con ninguna otra formación política y no, desde luego, con Amaiur", advirtió, aunque "a partir de ahí, habrá alianzas o no desde nuestra propia estrategia con el resto de formaciones, Amaiur incluida, si es que realmente asiste de modo regular a las sesiones del Congreso y del Senado", dijo. Según Rafa Larreina, número dos de la coalición por Gipuzkoa al Congreso, asistirán, pero como partido independentista no entrarán a todos los debates que surgen en la Cámara Baja. "Lo que no vamos a hacer es estar discutiendo o debatiendo sobre si las carreteras de Murcia tiene que ser éstas o las otras. Defendemos el derecho de las sociedad vasca a decidir su propio futuro y nosotros también respetamos el derecho a decidir de los españoles sobre los temas que les afectan a ellos", dijo en Onda Vasca-Grupo Noticias Larreina. Así pues, la coalición sólo entrará a debatir sobre cuestiones ideológicas o que afecten de una u otra manera a los vascos.

Desde Iruñea, el candidato de esta formación Sabino Cuadra aclaraba, en ese sentido, que el Congreso y el Senado son "un terreno de juego ajeno", lo que no impedirá a Amaiur concurrir a los comicios para tratar de convertirse en la segunda fuerza en la comunidad foral y "romper la hegemonía que durante cuatro décadas, enlazando con las cuatro décadas del franquismo, ha tenido la derecha en Navarra".

Mientras, en Bilbao, el candidato de Amaiur Iñaki Antigüedad comparecía junto a varios sindicatos nacionalistas para reclamar "un marco competencial total" en materia política y económica, y pedía apoyo social para combatir a un constitucionalismo respaldado por "el artículo 8 de la Constitución", el que delega en las Fuerzas Armadas la defensa de la integridad territorial de España.

Fuera de las fronteras vascas, el debate es uno y trino: desempleo, recortes y miedo. Crisis. Aunque el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, intervino en Punto Radio para apuntar que "a lo mejor es bueno que Otegi esté como está", pues con el líder abertzale en la cárcel se ha llegado al fin de la violencia, en general ayer su partido habló de economía. Lo hizo María Dolores de Cospedal, que acudió a Bilbao a respaldar a Basagoiti, y que se volvió a Génova con una anécdota que contar. El hermano del exmiembro de ETA José Luis Urrusolo Sistiaga y otra persona, disfrazada de oso, trataron de acercarse a Cospedal y Basagoiti, como ocurrió hace unos días en Vitoria, de nuevo sin éxito.

El presidente popular, Mariano Rajoy, cubría mientras tanto la otra punta de la Península. El de Pontevedra, tras meses de censurar al Gobierno de Zapatero admitía desde Murcia que presidir el Ejecutivo de España no trae consigo la omnipotencia. "Un Gobierno, por bueno que sea, no lo puede hacer todo ni lo hará todo", advirtió Rajoy", quien depositó la responsabilidad de salir del atolladero en los propios ciudadanos. Eso sí, su receta para salir de la crisis no ha cambiado con respecto a lo defendido en los últimos días. Hay que crear puestos de trabajo.

"Quien gestiona bien la economía y quien hace que haya actividad y consigue que la sociedad cree empleo es quien mejor defiende las políticas sociales", dijo el líder del PP, quien cree que "podremos tener mejor sistema sanitario, educativo, de pensiones, atender mejor la dependencia o discapacidad si somos capaces de generar trabajo en España, porque la gente que trabaja paga impuestos", dijo en respuesta a quien le acusa de contar con una agenda oculta de recortes.

Coartadas Ese no es otro que Alfredo Pérez Rubalcaba, que ayer paró en Guadix, Jaén o Almería antes de celebrar en Málaga el mitin en el que, por fin, se fotografió junto al presidente Rodríguez Zapatero, de quien se ha prescindido durante las últimas dos semanas. Para Pérez Rubalcaba, De Cospedal "siempre cuenta lo que oye en casa", y si la número dos del Partido Popular prevé manifestaciones contra Rajoy, es que Rajoy también las vislumbra en el horizonte.

"Saben qué es lo que tienen que hacer, según ellos, y saben que a la gente no le va a gustar; tenemos razón los socialistas", señaló el candidato del PSOE, que por otro lado sabe que las críticas al bipartidismo le perjudican más a él que a su rival, y por ello alertó contra el "monopartidismo" que puede traer el PP. "A los socialistas no nos han regalado nada", reivindicó Rubalcaba, que instó a sus simpatizantes a transmitir a sus conocidos las diferencias entre la derecha y la izquierda y a trabajar estos tres días de campaña "porque habrá recompensa", según informa Europa Press.

"Pedimos el voto para evitar que el PP utilice la coartada de la crisis para recortar derechos, porque cuanto más poder tenga el PP más derechos recortará, y porque queremos un PSOE fuerte para defender los derechos de los trabajadores, el estado social y la red de seguridad que tanto tiempo nos ha costado conseguir", reclamó el candidato socialista.