madrid. El Pleno del Congreso aprobó ayer la reforma del artículo 135 de la Constitución para incluir el principio de estabilidad presupuestaria con los votos a favor de los grupos proponentes, PSOE y PP, a los que únicamente se sumaron los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN). Al final, la reforma recabó el apoyo de 316 votos (PSOE, PP y UPN) por cinco en contra de CC, UPyD y dos diputados del Grupo Socialista: el exsindicalista Antonio Gutiérrez, que mantuvo su discrepancia, y el balear José Manuel Bar Cendón, que se equivocó. Los diputados del PNV se negaron a participar en las votaciones, al igual que el diputado de IU, Gaspar Llamazares, aunque se mantuvieron en sus escaños. Por contra, los representantes de ERC, BNG, ICV y Nafarroa Bai, acompañados de algunos de sus senadores, optaron por abandonar el Salón de Plenos antes de la votación.

Tampoco asistieron a la sesión plenaria los tres diputados de Izquierda Socialista, Manuel de la Rocha, Juan Antonio Barrio y José Antonio Pérez Tapias, que por disciplina de grupo votaron el martes a favor de la toma en consideración de la reforma, pero son críticos con el contenido.

tras CiU Los dos partidos mayoritarios estuvieron toda la mañana buscando a CiU para tratar de que sus 10 representantes al menos se abstuvieran. Ofrecieron a los nacionalistas hasta cinco enmiendas transaccionales y, antes de la votación, el presidente del Congreso interrumpió la sesión cinco minutos que se convirtieron en media hora para dar tiempo a esas negociaciones improvisadas. Negociadores del PSOE y del PP corrían por los pasillos del hemiciclo con papeles que posteriormente enseñaban al portavoz nacionalista, Josep Antoni Duran i Lleida, que se mantenía sentado en su escaño viendo como subían y bajaban los representantes de los dos grupos mayoritarios y negando con la cabeza cuando le enseñaban algún escrito. Al final, CiU aceptó dos de esos textos de última hora para modificar puntualmente unos párrafos de la reforma pero no pudieron votarse porque, para ello, exigían la unanimidad de la Cámara y el diputado de IU, Gaspar Llamazares, se opuso. Luego se ganó abucheos de diputados de PSOE y PP al intentar salir del hemiciclo y no participar en la votación final. Así las cosas, los nacionalistas de CiU decidieron no participar en la votación final de la reforma, aunque sí habían participado en el resto, entre otras cosas apoyando la idea de ERC de otorgar a Cataluña el régimen de concierto económico.

Eso sí, en esos acelerados momentos finales de la sesión parlamentaria hubo también tiempo para que Bono procediera a introducir una corrección gramatical.