Pamplona. Etxerat, la asociación de familiares de presos de ETA, ha copado buena parte de los titulares en las últimas semanas. Las palabras de apoyo del diputado general de Gipuzkoa, Martín Garitano, se han mezclado con un robo en su sede de Gasteiz y los reproches del Partido Popular. En esta coyuntura, su portavoz Mattin Troitiño aboga por mirar hacia adelante, pero sin perder de vista lo que sucede sin luz ni taquígrafos. "Se están recrudeciendo las situaciones en las cárceles", advierte.

Su asociación ha sido noticia en las últimas semanas, pero no por sus reivindicaciones.

Estamos siendo el enfoque de diferentes declaraciones e intentos de criminalización. Se ha querido tapar la verdadera labor de la asociación, que es dar testimonio directo de las situaciones que padecen nuestros allegados en las cárceles.

¿Considera que es una campaña orquestada?

Contra Etxerat siempre ha habido intentos de criminalización, de desvirtuar una realidad que vivimos en Euskal Herria, que es una demanda mayoritaria basada en los derechos políticos y civiles para todas las personas.

Hace unos meses intentaron reunirse con los dirigentes populares. El 'no' fue rotundo. ¿Esperan un cambio del PP en el futuro?

Seguiremos interpelando al PP, aunque nos increpen o nos insulten.

¿Están esperanzados con el nuevo tiempo político? ¿Esta ocasión va a ser la definitiva?

Esa esperanza nunca la hemos perdido. Pero por encima de cualquier proceso que se haya podido abrir siempre hemos visto que la política penitenciaria ha ahondado aún más en su intención de querer destruir personalmente y políticamente a nuestros familiares.

¿Y ahora?

Se están recrudeciendo las situaciones en las cárceles. El Colectivo de Presos Políticos Vascos es utilizado como moneda de chantaje para intereses partidistas.

¿El Gobierno español está haciendo algún gesto en las cárceles o sigue aplicando la estrategia del palo y la zanahoria?

La política de chantaje sigue en las cárceles y se ha endurecido en los últimos meses. A los presos que no hacen caso de esa política se les castiga aún más. Pero el Gobierno español sabe que no ha logrado sus objetivos con la política de dispersión.

¿Contempla que haya acercamientos a Euskadi en próximos meses?

El Gobierno español no ha querido entender aún el nuevo proceso abierto en Euskal Herria, está haciendo caso omiso a una demanda generalizada y esperemos que nuestros familiares sean acercados.

Que los presos tengan voz en el nuevo proceso es una de sus reivindicaciones. ¿Lo ve factible?

Hay que recordar por qué hoy día hay más de 700 presos y presas dispersados y es porque existe un conflicto político en la CAV. Por eso mismo, porque son consecuencia directa del conflicto, tienen que ser también agentes directos y activos en el proceso que se ha abierto.

¿Se ha podido reunir ya el EPPK con los firmantes del Acuerdo de Gernika?

Instituciones Penitenciarias hace lo posible para que no se reúnan.

La izquierda abertzale oficial ha instado esta semana al Ejecutivo español a que verifique el alto el fuego decretado por ETA.

ETA ha dado pasos sin precedentes y eso muestra su compromiso con el nuevo tiempo abierto en Euskal Herria. Zapatero tiene que ser valiente, porque se ha abierto un nuevo tiempo político que quizás no tenga vuelta atrás.

¿La posible llegada de Mariano Rajoy a La Moncloa puede echar por tierra el proceso abierto?

Esperemos que no y que si en las próximas elecciones generales sale el PP no haya más crispación ni represión y que no siga una política penitenciaria criminal que nos castiga a tantas personas durante tantos años.

Desde los medios de comunicación se ha escrito mucho sobre las corrientes que hay dentro del 'frente de makos'. ¿Cuál es la realidad?

Ha habido filtraciones o lecturas interesadas con un solo objetivo: desvirtuar el pensar de un colectivo.

¿Contemplan desde Etxerat que ETA vaya a anunciar su disolución de forma inminente?

Lo que haga o deje de hacer ETA sólo lo sabe ETA, pero si nos basamos en los hechos, en que ETA ha dado pasos sin precedentes uniéndose al proceso abierto en Euskal Herria, lo que vemos por sus últimos comunicados y decisiones es que está dispuesta a seguir con este proceso.

¿Le extrañaría que ETA y el Gobierno español estuvieran dialogando?

La historia nos ha demostrado que en diferentes momentos lo han hecho. Eso nos enseña que los problemas deben arreglarse hablando.

¿Cree que en un futuro cercano las víctimas de ambos lados se podrán sentar en la misma mesa?

Sería importante para todos los que hemos sufrido en este conflicto dar a conocer y poder transmitir libremente nuestra situación y lo que hemos tenido que vivir. También sería humano intercambiar opiniones y hablar entre todas las víctimas.

Desde algunos sectores se enfatiza el situar a las víctimas de ETA en un escalón superior al resto de damnificados por medio siglo de violencia.

En la vida hay dos sentimientos que no se pueden comparar, uno es la felicidad y otro es el sufrimiento. El sufrimiento es cruel, no te deja vivir y no se puede comparar. Las personas que hemos tenido que sufrir diferentes situaciones en la CAV lo primero que no deberíamos hacer es comparar nuestros sufrimientos.

¿Es momento de ver el vaso medio lleno?

Lo veo medio lleno y gota a gota lo estamos llenando. El Gobierno español tiene que alejarse de su cerrazón, tiene que dar soluciones para que el nuevo tiempo sea viable y no haya bloqueos. Y creo que lo sabe.