LONDRES. Si bien Londres vivió una madrugada de relativa calma después de tres jornadas de graves disturbios, en otras ciudades británicas se registaron altercados en las últimas horas, entre ellas Manchester y Liverpool, al norte, y Birmingham y Nottingham, en el centro.
En Birmingham, tres personas fallecieron al ser atropellados por un vehículo la pasada madrugada mientras protegían su vecindario, en un incidente por el que un hombre ha sido detenido, de acuerdo con la policía.
En Londres, desde el sábado Scotland Yard ha detenido a 768 personas por actos violentos, desórdenes y saqueos, y se han presentado cargos contra 167 de ellos, según los últimos datos de la Policía Metropolitana, 111 de cuyos agentes resultaron heridos.
En el área de Manchester fueron arrestadas 113 personas, otras 50 en Liverpool y 109 en West Midlands, que acoge las ciudades de Birmingham y Nottingham.
En Londres la Policía Metropolitana efectuó anoche el mayor despliegue de la historia con 16.000 agentes operando en las calles, y desde las 20.00 GMT detuvo a 81 personas en diferentes zonas, si bien la situación estuvo tranquila.
La calma de la pasada madrugada contrastó con la noche del lunes, cuando en el barrio de Croydon, al sur de Londres, un hombre de 26 años resultó herido de bala y falleció ayer, convirtiéndose en la primera víctima mortal de los disturbios.
Este martes la ciudad donde se produjeron los incidentes más graves fue Manchester, que según la policía vivió "niveles extraordinarios de violencia" cometidos por "grupos de delincuentes", entre ellos jóvenes de 15 años.
En los altercados en la zona de Manchester, que incluyeron el suburbio de Salford, se incendiaron vehículos y comercios, que fueron saqueados por grupos de alborotadores, la mayoría jóvenes encapuchados.
También se registraron incidentes violentos durante la madrugada en Gloucester, donde veinteañeros y adolescentes arrojaron piedras y botellas al igual que en Leicester, donde un centenar de jóvenes atacaron comercios y lanzaron objetos contra los agentes.
Tras celebrar por segundo día consecutivo una reunión con su gabinete de crisis, el primer ministro británico, David Cameron, dijo que el Ejecutivo no permitirá que "una cultura del miedo" prevalezca en las calles.
El "premier" señaló además que ante la gravedad de la situación, "necesitábamos una respuesta y hemos respondido con firmeza".
La escalada de violencia callejera comenzó el sábado en el humilde barrio de Tottenham, al norte de Londres, cuando una pequeña marcha pacífica de protesta por la muerte de un joven a disparos de la policía derivó en graves disturbios, que se propagaron después a otros barrios de la capital.
Mark Duggan, de 29 años, se encontraba en un taxi cuando fue alcanzado por balas de la policía en un suceso en el que finalmente se ha demostrado que el joven no llegó a disparar un arma.