MADRID. Según el estudio, el argumento que esgrimen los usuarios europeos para reducir sus impresiones es el impacto en el medioambiente de las emisiones del carbono que conlleva todo el proceso de impresión.
El 27 % de los encuestados, un universo de 2.000 personas, declaran sentirse mal por razones medioambientales a la hora de imprimir y afirman que les gustaría que el acto de generar un documento en papel no tuviera impactos ni dejara huella alguna en el ecosistema.
El informe revela además que un 25 % de los entrevistados imprime de manera regular sus documentos, tanto en el ámbito personal como en el desarrollo de sus trabajos, porque, según afirman, leen más rápido en papel y retienen mejor la información sobre este soporte que en la pantalla.
Entre las personas que optan por el papel, un 48 % imprime de forma regular los emails, mientras que el 38 % imprime mapas y direcciones.