Bilbao. ETA continúa con su promiscuidad comunicativa. Veinticuatro horas después de que la organización armada hiciera su habitual interpretación del Aberri Eguna, el diario Gara volvió a publicar ayer una nota con la firma de la banda. En esta ocasión, para dar su versión de lo sucedido el pasado día 9 en Francia, donde presuntamente Itziar Moreno y Oier Gómez hirieron de bala a un gendarme antes de ser detenidos horas después en el Departamento de Creuse. Y las explicaciones que ofreció ETA solo sirven a la izquierda abertzale oficial, la misma que hace solo unos días instó a los propios activistas a que ratificaran el alto el fuego tras el tiroteo contra la Policía gala. El resto de partidos, Eusko Alkartasuna y Alternatiba incluidos, rechazaron sus palabras. Algo que no pasó con Bildu (pese a integrar a estas dos formaciones en la coalición), para quien la respuesta supone “un paso en la dirección correcta a favor de un escenario sin violencia”.

La antigua Batasuna saludó en un comunicado la respuesta de la organización armada, que en una escueta nota aseguró que enfrentamientos como el registrado hace tres semanas van contra su voluntad. Es más, la banda dice comprender la preocupación que el ataque a los gendarmes ha podido provocar entre la sociedad vasca y los agentes políticos y sociales. Entre estos últimos está la izquierda ilegalizada, a cuyos dirigentes pilló por sorpresa el tiroteo de Francia, que se registró en un momento crucial para este movimiento y con las elecciones municipales y forales a la vuelta de la esquina. También los firmantes del Acuerdo de Gernika apremiaron a ETA para que aclarase lo ocurrido en territorio francés, aunque por las declaraciones de ayer, al menos para Aralar las palabras de la banda siguen siendo insuficientes. La organización armada continuó su comunicado -el quinto desde la declaración de alto el fuego del pasado 10 de enero- ratificando que sigue en tregua, además de englobar el ataque a la Gendarmería como una consecuencia “de la ceguera represiva de los Estados español y francés. Éste es otro eslabón de la cadena de graves hechos que durante las últimas semanas han ocurrido en Bilbo, Galdakao, Willencourt, Neuville, Legorreta y Bera”, aseveró en referencia a las diferentes operaciones policiales en las que han sido detenidos varios presuntos integrantes de la organización armada.

Estas valoraciones sirvieron a la antigua Batasuna, que consideró que ETA “hace suya la demanda de la mayoría de nuestro pueblo y muestra su firme decisión de asentar la nueva era abierta en Euskal Herria, ratificando su compromiso con una resolución democrática definitiva”. Y en la misma línea que la organización armada, la izquierda ilegalizada acusó al Estado español de mantener “una postura diametralmente opuesta, negando y a su vez entorpeciendo el proceso y vulnerando el derecho de la ciudadanía vasca a vivir en paz”.

Bildu, por su parte, insistió en una nota en que es necesario avanzar de manera “firme, clara y absoluta” a favor del proceso de paz y normalización política. En este sentido, la coalición electoral abogó por la puesta en marcha de un proceso de verificación del alto el fuego en el que deben implicarse los Estados español y francés.

Si para la antigua Batasuna y Bildu las explicaciones de ETA fueron suficientes, Eusko Alkartasuna y Alternatiba -que comparten proyectos en común con los anteriores- mostraron sus dudas. En declaraciones a Europa Press, la secretaria de comunicación de EA, Ikerne Badiola, advirtió a la organización armada de que debe mantenerse al margen de toda cuestión política y dedicarse a asuntos estrictamente técnicos relativos a “presos y desarme”. Alternatiba, por su parte, consideró en una nota que cualquier comunicado de ETA que no rompa el alto el fuego supone una noticia positiva, aunque la formación liderada por Oskar Matute emplazó a la organización armada a no trasladar responsabilidades hacia otros, así como a “cumplir la parte que le toca y comprometerse con el abandono definitivo de la violencia”.

“Más de lo mismo” Entre los dirigentes políticos que más alzaron la voz estuvo el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, que en declaraciones en la Ser consideró “más de lo mismo” las dos últimas irrupciones mediáticas de la banda. “Estos comunicados pueden ser preocupantes para aquellos a los que todavía se les asocia con el terrorismo y con la violencia”, aseveró el dirigente abertzale. Socialistas y populares vascos también censuraron la versión de la organización armada, mientras que el Gobierno Vasco, además de exigir a ETA que deje la violencia, denunció que el agresor se presente como víctima.