TOKIO. Satsuki, un hipopótamo hembra de 39 años y 2,5 toneladas de peso, murió el pasado día 16 al no haber podido recuperarse de las heridas causadas cuando perdió el equilibrio el 11 de marzo, desconcertada por el fuerte movimiento telúrico en Tokio.

Según el diario Mainichi, Satsuki se encontraba en la piscina del zoo de Ueno cuando se produjo el devastador seísmo, de 9 grados en la escala abierta de Richter y entonces no le ocurrió nada.

Sin embargo, una hora después, cuando regresaba a su recinto, se cayó y se rompió la pata delantera izquierda, al parecer por el shock generado por el seísmo.

Los cuidadores del zoológico intentaron curar sus heridas pero el gran peso del animal fue un impedimento y finalmente la hipopótamo falleció a causa de las lesiones, que provocaron un fallo de sus órganos vitales.

El encargado del zoo de Ueno dijo a la cadena de televisión pública NHK que, "si no hubiera ocurrido el terremoto, Satsuki hubiera podido vivir dos o tres años más; ha sido una lástima".

Por lo general, un hipopótamo en cautividad vive unos 45 años. Ahora, al zoo de Ueno solo le queda un hipopótamo, un macho llamado Jiro de 27 años de edad.

Este año, precisamente, se cumplen cien años desde que el zoológico de la capital japonesa recibiese a su primer hipopótamo, por lo que tiene actualmente en exhibición una muestra dedicada a estos mamíferos.

En este momento hay 48 hipopótamos en los zoológicos de Japón, el más antiguo de los cuales es el de Ueno, fundado en 1882.