buenos aires. Un tribunal de Buenos Aires comenzó ayer un juicio contra los exdictadores argentinos Jorge Videla y Reinaldo Bignone con la lectura de cargos contra ellos y otros acusados por 35 casos de robo de bebés durante el último régimen militar. A esta primera audiencia acudieron dirigentes de las Abuelas de Plaza de Mayo, dedicadas a la búsqueda de niños robados a sus padres durante la dictadura, así como de Hijos, que reúne jóvenes que recuperaron su identidad tras haber sido rapados y entregados en adopción por el régimen que gobernó al país entre 1976 y 1983.

Además de Videla y Bignone, que ya han sido condenados a prisión perpetua por violaciones a los derechos humanos, también son juzgados en esta causa otros seis represores, entre ellos el destituido general Santiago Riveros, el exalmirante Antonio Vañek y el exmarino Jorge Acosta.

El Tribunal Oral Federal número 6 de Buenos Aires acusa a todos ellos por "sustracción, retención, ocultación y sustitución de identidad de menores de diez años", una causa que comenzó a instruirse hace ahora catorce años.

Los jueces analizarán específicamente 35 casos de robos de bebés a mujeres embarazadas que estuvieron cautivas en las dos principales cárceles clandestinas de la dictadura: la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA) de Buenos Aires y la guarnición de Campo de Mayo, la mayor del Ejército argentino, situada a las afueras de la capital bonaerense.

A lo largo de, al menos, 12 meses los tres jueces del tribunal bonaerense escucharán a los más de 370 testigos de una causa que fue impulsada por las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes denunciaron un plan sistemático de apropiación de sus nietos nacidos durante el cautiverio de sus madres.

Jorge Videla, el primero de los cuatro presidentes de la última dictadura fue condenado en diciembre pasado a prisión perpetua por un tribunal de la provincia de Córdoba (centro del país) que le juzgó por el fusilamiento de una treintena de presos políticos en el año 1976.