MADRID. En una entrevista concedida a RNE, el magistrado, suspendido cautelamente de sus funciones en la Audiencia Nacional desde hace casi 10 meses, ha explicado que se encuentra "bien de ánimo, con ganas de seguir adelante, trabajando en la Justicia" y a la espera del juicio al que se debe enfrentar en el Tribunal Supremo y de tener la oportunidad de defender su posición y lo que hizo.
Tras reconocer que la situación "es muy difícil", ha señalado que no lo va "a dar por perdido" ya que "hay posibilidades y hay que combatir hasta el final".
"Aunque acabara mi carrera profesional como juez en España, nunca acabará mi vinculación con la Administración de Justicia, que es y ha sido mi profesión, ser juez y trabajar siempre en defensa de las víctimas por aquello que creo que es justo, con independencia", ha resaltado.
Así, ha explicado que una eventual condena implicaría su inhabilitación como funcionario público en España pero, ha dicho, tiene la calificación adecuada para desarrollar el trabajo en la Corte Penal Internacional u otro similar, "pero desde luego, no como juez".
Tras calificar la situación de complicada, el juez ha reconocido tener la "gran suerte de estar trabajando en un ámbito muy querido" como es la Justicia universal.
Garzón trabaja como consultor externo de la Corte Penal Internacional desde el pasado mes de mayo después de ser suspendido al haberle abierto juicio oral el Tribunal Supremo (TS) por declararse competente para investigar los crímenes del franquismo.
Además, se enfrenta a otras dos investigaciones en el TS: una sobre los cobros recibidos durante su estancia en la Universidad de Nueva York y otra por ordenar la intervención de las comunicaciones entre varios de los imputados del caso "Gürtel" en prisión y sus letrados.
El juez, que ha considerado que su situación es "un poco paradigmática", ha indicado que muchos lo interpretan como un ataque a la independencia judicial y a la de interpretación de las leyes y normas jurídicas en la investigación de un caso.
Para Garzón, es evidente que se quiere, no solo desde el punto de vista judicial, sino desde otros ámbitos, acabar con un modelo determinado de juez.
En relación con la Memoria Histórica, ha insistido en que los crímenes cometidos durante el franquismo deben ser investigados.
"No es bueno que éste sea el resultado final, lo que no quiere decir que si yo he podido cometer alguna irregularidad, que responda de ella, creo que no y, desde luego, no como se imputa de prevaricación", ha recalcado.