TOURS. Marine Le Pen fue proclamada hoy como nueva presidenta del ultraderechista Frente Nacional (FN) en sustitución de su padre, líder histórico del movimiento que cede el testigo a sus 82 años.

La nueva presidenta del grupo se impuso en unas elecciones internas del partido con el 67,65 por ciento de los votos al otro candidato, el vicepresidente del movimiento Bruno Gollnisch.

La ganadora del escrutinio, que escuchó su nombre de boca de Jean-Marie Le Pen, subió al escenario del palacio de congresos de Tours con los brazos abiertos en señal de victoria, un gesto que tomó prestado de su padre y nuevo presidente de honor de la agrupación.

"La competición se ha desarrollado de manera muy leal y ha permitido una verdadera movilización del movimiento. El congreso de Tours será para el Frente Nacional el congreso de la unidad", dijo Jean-Marie Le Pen poco antes de ceder el mandato.

A sus 42 años, la heredera del histórico líder de la ultraderecha francesa, que actualmente es eurodiputada, se perfila también como la candidata del partido a las Presidenciales de 2012.

En ese sentido, Gollnisch, pese a su derrota, se comprometió para seguir luchando en las filas del FN para lanzarse hasta esa fecha "a la conquista de la derecha social y de la izquierda patriótica con vocación de unirse a nosotros".

El candidato, que apeló al partido a "no dejarse impresionar por los ataques y ser más impermeable que nunca al discurso dominante bautizado como políticamente correcto", se ofreció también para superar la "decadencia moral, demográfica, cultural, administrativa, diplomática y económica" que según él vive Francia.

Pese a la continuidad en el nombre, la elección de Marine Le Pen se interpreta como una renovación, porque la nueva presidenta del FN ha mostrado su intención de cambiar el discurso del partido para llegar a un mayor número de electores potenciales.

Esa estrategia, criticada por algunos históricos del movimiento de extrema derecha, convenció a un gran número de los 22.403 militantes que tenían derecho a voto, de los cuales participó en este escrutinio un 76,45 por ciento.

Durante varios meses de campaña electoral, Marine Le Pen contó con el respaldo decidido de su padre y de buena parte de los principales dirigentes del partido.

Nacida en 1968 en la exclusiva localidad de Neuilly-sur-Seine, a las afueras de París, la tercera hija del líder ultraderechista dio sus primeros pasos en política en 2002, en una campaña electoral en la que su padre logró clasificarse para la segunda vuelta de las Presidenciales desbancando al candidato socialista Lionel Jospin.

Aunque finalmente cayó derrotado por el conservador Jacques Chirac por un amplio margen, aquella elección marca el techo del FN, que se ha propuesto mejorar Marine Le Pen, quien esta tarde ofrecerá su primer discurso como presidenta.

Para el militante Jean-Claude Martin, miembro del FN desde hace cinco años, Marine encarna "una generación sin complejos, que puede proponer una visión nacional soberana como la que se practica en países como Estados Unidos o China", a los que según dijo, "nadie les reprocha que sean nacionalistas".