vitoria. La ruptura del gobierno de coalición que mantenían PNV y EA en la Diputación foral de Álava es ya un hecho consumado.

La mañana política comenzó prometiendo tormenta desde que a primera hora, al filo de que concluyera el plazo de presentación de enmiendas a la norma tributaria prevista para el año que viene, los representantes de EA en Juntas, Lauren Uria y Patxi Martínez de Albéniz, comparecieron ante la prensa para certificar finalmente el mantenimiento de la postura que dinamitaría el bipartito. "Presentamos estas enmiendas por responsabilidad, para que haya un mayor compromiso social y una mayor solidaridad en tiempos de crisis", argumantaba Uria. "Tenemos la mano tendida al diálogo con el PNV y esperamos que a partir de ahora se abra un tiempo para lograr un acuerdo" sobre la reforma fiscal, añadió. Sin embargo, ese "tiempo" abierto en el que EA aún ayer confiaba en encontrar un margen de acuerdo con los planteamientos jeltzales, no pasó de las dos horas escasas que necesitó el Gabinete Agirre para organizar una rueda de prensa en la que, embargado por una "profunda tristeza" que hizo patente, el propio diputado general anunció el cese fulminante de los que hasta ahora han sido sus diputados de Medio Ambiente y Cultura: Mikel Mintegi y Lorena López de Lacalle.

decisión "estratégica" El discurso de Agirre se cimentó sobre una sola clave, la que sitúa la decisión de acabar con el último reflejo de la histórica entente PNV-EA en "el giro estratégico" dictado por la Ejecutiva de este último partido para acercarse a la izquierda abertzale ilegalizada, pero no en la voluntad de sus hasta ahora diputados, a quienes agradeció su "lealtad" y liberó de toda responsabilidad en este divorcio. De hecho, según reveló, ayer mismo, presentadas ya las enmiendas de EA, se reunió con ellos para darles a elegir entre dimitir o ser cesados, y aseguró que la respuesta inequívoca que le dieron fue que EA les había pedido claramente que forzaran su cese, lo que confirma que en esta crisis, ninguna de las partes quiere pasar a la historia retratado como el culpable de la separación.

Agirre recordó que tanto Mintegi como López de Lacalle apoyaron con su voto el proyecto que ayer enmendó EA, que la reforma fiscal no estaba recogida en el pacto de gobierno que firmó en 2007 con este partido y con Aralar, y por eso, concluyó, éste no ha sido el verdadero motivo de la ruptura. "Si no hubiera sido por esto, habrían buscado otra excusa", aseguró para apuntalar la tesis que le lleva a sospechar que la dirección de su ya antiguo socio avanza con paso firme hacia la consolidación del "polo soberanista" que, según subrayó, está precisamente llamado a "competir electoralmente con el PNV".

Preguntado por los efectos que esta crisis puede tener en la próxima cita con las urnas, Agirre renunció a ejercer de "Rappel" y prefirió dejar las puertas totalmente abiertas al amplio abanico de juegos aritméticos de suma que propiciarán los ciudadanos con sus votos; "no solo entre fuerzas nacionalistas sino también entre todos los demás". apuntó en lo que pudo ser un guiño destinado a no cerrarse la puerta del pacto con el PSE si la situación postelectoral o las tácticas de cada partido lo recomendaran.

En cualquier caso, lo que sí quiso dejar claro Xabier Agirre en su valoración del pasado y el futuro de este pacto sin presente fue que no se "arrepiente" de la apuesta de suma abertzale que compartió con Aralar y EA en 2007, y que esta crisis en absoluto imposibilitará que ambas formaciones vuelvan a buscar sumar sus fuerzas tras las próximas elecciones, por mucho que no lo favorezca.

la otra cara de la moneda Firmados los ceses y con la tinta de los ceses de Mintegi y López de Laca-lle aún fresca, el líder de EA se acercó hasta Vitoria para dar su versión de los hechos.

Como era de esperar, Pello Urizar dio la vuelta uno por uno a todos los argumentos del PNV, subrayando siempre que su formación ha puesto "todo su empeño en mantener un gobierno abertzale en Álava pese a deslealtades, discrepancias y escándalos", fórmula ésta de aludir a los presuntos casos de corrupción que eligió para rechazar que la reforma fiscal haya sido solo una excusa para romper el bipartito.

Así, donde el PNV acusaba a EA de haber tomado esta decisión para poder seguir acercándose a la izquierda abertzale ilegalizada, Urizar respondió acusando al PNV de echarse en brazos del PSE y buscar con este partido un diálogo "que no ha querido tener" con su socio en Álava. "Al hablar del nuevo escenario político abierto en Euskal Herria, hemos repetido que el PNV tenía que elegir: o con el soberanismo o con los unionistas. Y hoy ha elegido caminar de la mano del PSE o del PSOE que es lo mismo", zanjó para explicar la llegada a este escenario "no deseado".

En este sentido, negó que su pacto con la izquierda abertzale haya tenido "nada que ver" con esta situación, al tiempo que se preguntó en voz alta "hasta qué punto el PNV, con sus acuerdos en Madrid y los que estaba cerrando con el PSE, tenía atadas las manos para cerrar un acuerdo con EA".

"gobierno fracasado" Desde la barrera observaban los grupos de la oposición, poco disgustados ante esta crisis preelectoral. El socialista Txarli Prieto aprovechó para afirmar que esta situación "pone de manifiesto la debilidad de los ejecutivos nacionalistas, su inviabilidad y su fracaso" y prometer que su partido "garantizará" que la política "siga enfrentándose a la crisis". Desde el PP, Javier De Andrés concluyó que "es el resultado de un Gobierno que no ha funcionado bien, en el que no ha habido liderazgo", mientras EB y la izquierda abertzale oficial, la antigua ANV, siguieron la senda marcada por EA intuyendo el acercamiento de PNV y PSE tras esta crisis.

Será la semana que viene cuando Agirre acometerá la necesaria reforma de su Gabinete -que no había previsto "con la esperanza de que EA reconsiderara su decisión"- y que podría desembocar en la absorción de las tareas de Medio Ambiente por el departamento de Agricultura, y la llegada de Cultura a manos de algún técnico que gestione hasta las elecciones todo lo relativo a esta cartera que ya se infló tras la salida de Aralar, cuando asumió las responsabilidades de Deportes y Juventud.