LONDRES. Tras estudiar los hábitos alimentarios de 50.000 niños de veinte países ricos y pobres, un equipo de expertos llegó a la conclusión de que la llamada dieta mediterránea, en cambio, protege contra el asma.

Los efectos de la dieta parecen depender del lugar donde viven los niños: así, frutas y hortalizas parecen proteger más en los países más pobres, mientras que ocurre lo mismo con el pescado en países más ricos.

Uno de los autores del estudio, la doctora Grabriele Nager, cree que ello se debe probablemente a que el asma es un conjunto de síntomas, a los que pueden contribuir factores diferentes en distintas partes del mundo.

Una dieta rica en frutas y hortalizas puede ayudar debido a los efectos protectores de los antioxidantes y de la vitamina C.

Los niveles elevados de grasas perjudiciales para la salud que contienen las hamburguesas parecen aumentar el riesgo de asma.

Al mismo tiempo, los autores del estudio creen que a ello contribuye también el hecho de que los niños que consumen varias hamburguesas por semana suelen tener también un estilo de vida poco saludable.