WASHINGTON. El mandatario firmó la extensión por un año de algunas disposiciones de la llamada "Patriot Act" (Ley Patriota), adoptada tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Obama suscribió la ley ayer, sábado, pese a que no contenía las cláusulas para reforzar la protección de la privacidad y la supervisión que habían promovido sus aliados en el Congreso.
Los líderes demócratas no lograron superar la oposición de los republicanos a su inclusión, y al final tanto el Senado como la Cámara de Representantes aprobaron el proyecto de ley sin las nuevas cláusulas.
Con su firma, Obama renovó la autorización para interceptar las conversaciones de una persona en cualquier teléfono que use y para hacerse con documentos y propiedades personales considerados clave en una investigación, acciones que deben ser aprobadas previamente por un juez.
La ley también permite que las fuerzas del orden vigilen a un extranjero que sea sospechoso de estar envuelto en terrorismo, aunque no tenga vínculos con un grupo extremista.