washington. El fantasma de un nuevo atentado planeó ayer sobre la céntrica plaza de Times Square de Nueva York. La alarma causada por la presencia de una furgoneta sospechosa obligó a desalojar la sede del mercado tecnológico Nasdaq y otros edificios de la zona. Y es que la psicosis es lógica cuando está todavía muy reciente el atentado frustrado contra un avión, el día de Navidad, cuando aterrizaba en Detroit procedente de Amsterdam.
Las autoridades permitieron el retorno de los agentes de Bolsa a sus puestos de trabajo y reabrieron al tráfico la zona después de examinar con un robot el vehículo en cuestión, un Dodge de 1992, que se creía que llevaba varios días abandonado en una zona de carga y descarga comercial.
También despertó las sospechas de la Policía el hecho de que el vehículo tuviera las lunas ahumadas y además estuvieran ocultas con una lona interior, no portara matrícula y en el salpicadero se pudiera ver un letrero con el nombre de un cuerpo de seguridad estadounidense inexistente.
Finalmente, la furgoneta resultó ser propiedad de uno de los numerosos vendedores ambulantes apostados en este emblemático punto de Manhattan, por el que transitan cada día miles de turistas.
La Policía de Nueva York ha puesto en marcha en los últimos días un estricto dispositivo de seguridad, particularmente en la plaza de Times Square, en la que se espera que casi un millón de personas se congreguen hoy para dar la bienvenida a 2010. El despliegue policial incluye desde detectores de emisiones de radiación y sustancias biológicas, hasta francotiradores apostados en puntos elevados de la zona, y, como en años anteriores, no se permitirá el acceso a la plaza con mochilas, bolsos grandes o bebidas alcohólicas.
ataque en yemen Por otra parte, Estados Unidos y Yemen están estudiando los posibles objetivos que el Ejército norteamericano podría atacar en territorio yemení como respuesta al intento de atentado del pasado viernes, un hecho que ha sido reivindicado por la célula yemení de Al Qaeda, informó ayer la cadena CNN citando a dos altos cargos de la Administración estadounidense.
Ambos funcionarios, que solicitaron permanecer bajo anonimato debido a la naturaleza de la información, destacaron que las conversaciones entre las agencias de inteligencia y los ejércitos de los dos países tienen como objetivo recopilar toda la información necesaria para poder lanzar los ataques en cuanto el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ordene un bombardeo en el país árabe como represalia.
Según una de las fuentes, las conversaciones entre la inteligencia de EEUU y la yemení pretenden identificar las posiciones de Al Qaeda en Yemen y son resultado de un nuevo acuerdo secreto entre los gobiernos de ambas naciones.