vitoria. La recepción que ayer brindó el lehendakari a la sociedad comenzó con una referencia a las guerras banderizas que asolaron la tierra vasca en la Edad Media, una sutil metáfora del presente que sirvió a Patxi López para introducir a los invitados en una actualidad marcada por la situación económica, por las diferencias políticas y por ETA, en ese orden.
En el evento de Lehendakaritza se dieron cita las planas mayores del PSE y del PP, pero también acudieron el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, los tres diputados generales del PNV o representantes de formaciones como EB, con Mikel Arana, o Aralar, con el parlamentario Mikel Basabe. Faltó EA, pues su portavoz parlamentario, Jesús Mari Larrazabal, no pudo asistir. Además, deportistas como Unai Basurko e Igor González de Galdeano, o los presidentes del Athletic, Bilbao Basket y la Real; ex políticos como Patxi Ormazabal, representantes del empresariado vasco como Josu Jon Imaz, José Guillermo Zubia o Román Knörr, el rector de la UPV, Iñaki Goirizelaia, o el lehendakari Ardanza se sumaron a un acto ambientado por el piano de Iñaki Salvador.
Ante ese más de medio millar de invitados, López recordó que la economía es la prioridad para el Gobierno. Así lo hizo saber un lehendakari al que le preocupa "el drama humano que se oculta tras las estadísticas de desempleo", por encima de la situación de "empresas y bancos". La receta en este caso es la "confianza en nuestros trabajadores, nuestros empresarios y nuestro autogobierno", los revulsivos que han de sacar a Euskadi de la crisis.
López se va a enfrentar a un año difícil, y por ello pidió ayer que los vascos trabajen juntos, tanto en el plano económico como en otros en los que es aún más complicado llegar a acuerdos. "No se trata de hacer política contra nadie. Se trata de hacer política a favor de Euskadi y de la sociedad vasca, de respetar las diferentes ideas y las identidades diversas para saber que, por encima de todas ellas, está el interés común", afirmó en un tono acorde con la fecha y el evento.
La receta, esta vez, no pasa por "debates sobre símbolos y banderas", por lo que el lehendakari emplazó a la ciudadanía a aportar sus ideas sobre "reparto de la riqueza", sobre cómo "fomentar las culturas diversas que tenemos" o sobre "los modelos de crecimiento económico, energéticos o de transmisión del conocimiento" necesarios para progresar.
El discurso se cerró con la inevitable referencia a ETA y a las tres víctimas mortales de este año, Eduardo Puelles, Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, que "forman parte de nuestra memoria colectiva". El lehendakari aseguró que "estamos ganando la batalla contra el terrorismo" y apostó por "construir una sociedad liberada de ETA, sin espacios de impunidad para la apología de la violencia y sin permitir que se legitimen falsos argumentos que amparan a los que recurren a ella". La últimas palabras de López antes de brindar con txakoli "por una Euskadi más libre y sin miedos" fueron para los "empresarios, periodistas o políticos" amenazados.