Madrid. El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, habló ayer con el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, sobre el nuevo plan del mandatario Barack Obama hacia Afganistán que incluye el envío de más soldados (se habla de 34.000 norteamericanos y un número aún sin determinar de efectivos de otros países de la OTAN). Cuestionado sobre la posibilidad de que España amplíe de nuevo su contingente (de ser así sería la segunda vez en un año tras el compromiso asumido el 23 de septiembre de enviar 220 nuevos efectivos), el mandatario socialista dejó abierta la puerta a tal posibilidad, pero se cubrió las espaldas diciendo que la decisión será previamente consultada con el resto de partidos políticos en el marco del Congreso.

Así lo avanzó Rodríguez Zapatero en la rueda de prensa que ofreció en la localidad lusa de Estoril al cierre de la XIX Cumbre Iberoamericana, al ser preguntado por la posibilidad de que mantenga contactos con la Administración estadounidense en torno a la nueva estrategia de Obama. Zapatero dijo que "es probable" que tenga una conversación "en las próximas horas" con algún representante del Gobierno estadounidense, un comentario que completaron más tarde fuentes del Ejecutivo español al señalar que Biden sería el interlocutor. De hecho, las fuentes citadas informaron de que ayer ya hubo contactos de la Casa Blanca con el Palacio de la Moncloa y se concretó que habría esa conversación al término de la cumbre de Estoril, lo que permitiría hablar, además, sobre el desarrollo de esta reunión de los países iberoamericanos y sobre la situación en Honduras. Zapatero avanzó que la conversación con Biden serviría para evaluar la situación en Afganistán e informarse sobre la nueva estrategia que prevé Obama.

A la pregunta concreta de si España podría apoyar esa nueva estrategia enviando más soldados a Afganistán, dijo que lo lógico es escuchar inicialmente los planteamientos de Estados Unidos y, después, dialogar con los grupos políticos antes de adoptar una decisión. Dijo que se trata de "una cuestión de relevancia en la que el Parlamento español tiene mucho que decir".