Bruselas. El primer ministro belga, Herman Van Rompuy, será el primer presidente estable del Consejo Europeo, y la británica Catherine Ashton la próxima Alta Representante de Política Exterior, según acordaron ayer los líderes de la UE. Los jefes de Estado y de Gobierno comunitarios aprobaron rápidamente y por unanimidad la propuesta de la presidencia sueca de turno, formulada por el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt.

Van Rompuy, un democristiano de 62 años, dirige el Gobierno belga desde hace once meses, mientras que la laborista Ashton, de 53, ocupa desde octubre la cartera de Comercio en la Comisión Europea.

"Este es el nuevo equipo de liderazgo de Europa", anunció eufórico Reinfeldt en la rueda de prensa en la que presentó a ambos. Y es que el mandatario sueco, que ejerce la Presidencia semestral de la UE, recibió en los últimos días críticas por el largo período de conversaciones que ha precedido a una cumbre, la de ayer, que se abrió sin candidatos claros y en medio de una gran confusión.

El desenlace El consenso entre los líderes de la UE comenzó a forjarse con el acuerdo previo de los dirigentes socialistas comunitarios para proponer y respaldar un único candidato para dirigir la política exterior comunitaria, elección que recayó en Ashton. Esa decisión implicó que el Gobierno británico abandonara el apoyo que hasta entonces había dado de forma insistente a Tony Blair como presidente del Consejo Europeo. Con esta maniobra el camino del mandatario belga hacia la Presidencia quedaba expedito ya que los conservadores, ala que cuenta con mayoría en el Parlamento Europeo y a la que pertenece Van Rompuy, le apoyaron sin fisuras.

El primer ministro belga es un hombre prácticamente desconocido hasta hace unos días fuera su país y sin experiencia internacional, pero ha visto cómo su reputación no ha hecho más que crecer desde que se hizo cargo del Gobierno, casi a su pesar, en diciembre del pasado año.

El cargo que ejercerá Van Rompuy fue creado por el Tratado de Lisboa, que entrará en vigor el 1 de diciembre, pero no detalla mucho sus responsabilidades. El presidente estable -elegido por dos años y medio, mandato renovable una vez- tiene el cometido de dirigir y animar las reuniones de los líderes, asegurar su preparación y continuidad, facilitar el nunca sencillo consenso y representar a la Unión ante los líderes mundiales, explica el Tratado.

Más concreto será el papel de Catherine Margaret Ashton, sucesora del español Javier Solana al frente de la representación exterior de la UE, que tendrá a su cargo un amplio y ambicioso entramado diplomático. Además, en sus nuevas funciones, ejercerá como vicepresidenta de la CE y presidirá al mismo tiempo las reuniones mensuales del Consejo de ministros de Relaciones Exteriores. En la Comisión coordinará todas las políticas europeas con dimensión externa, su presupuesto, y el nuevo servicio diplomático común, con oficinas y personal (de las instituciones y los estados miembros) en todo el mundo.

Compromiso En su primera declaración, el recién elegido presidente se comprometió a "tener en cuenta los intereses y sensibilidades de todos" y a tratar de garantizar el consenso en las decisiones de los Veintisiete. "Todos y cada uno de los países deben surgir victoriosos de las negociaciones. Una negociación en la que una parte termina derrotada no es nunca una buena negociación", aseguró. "Como presidente del Consejo escucharé atentamente a todo el mundo y me aseguraré de que nuestras deliberaciones se conviertan en resultados para todos", señaló.

Van Rompuy garantizó también el respeto a la soberanía y tradición de cada Estado miembro. "Aunque nuestra unidad sea nuestra fuerza, nuestra diversidad sigue siendo riqueza", dijo.