Queda algo menos de un mes para que las vacaciones de Semana Santa y Pascua den unos días de asueto. La salida del invierno con una subida de las temperaturas primaveral unido a varios días seguidos de fiesta suelen ser acicate para viajar un poco más lejos de lo habitual en un fin de semana. Por ello se suele elgir stas fecha para buscar un destino más alejado del domicilio habitual.

Tradicionalmente los destinos de tas fechas miraban a pueblos y ciudades en los que la tradiciones de Semana Santa se mostrarán en todo su esplendor. Pero ya desde hace unos años que son cada vez más los que buscan otro tipo de turismo distinto al religioso y de las tradiciones asociadas

Por eso proponemos cuatro destinos con muchas posibilidades enlos que reocrrer paisajes y concer rincones antes de la masificación veraniega

Las rías de Pontevedra y Arousa

El faro de punta Cavalo, en la isla de Arosa, vigila el tráfico de la ría y es un mirador perfecto del entorno. Turismo de Galicia

En plenas Rias Baixas, las de Pontevedra y Arousa son las más conocidas, además de sr el acceso más directo al Parque Natural de las Islas Atlánticas, con las Cíes, Sálvora y Ons como cabeza de cartel. Pero nos muchos más las islas e islotes que se pueden encontrar, además de interesantes playas y arenales. La isla de La Toja con el balenario o la de Cortegada, que también es parque natural en forma de bosque de laurel, el mayor de Europa dicen. No hay que olvedarse del cercana ría de de Vigo, qu ofrece numerosas oportunidades de recorrer secretos rincones donde la narturaleza hace que el mar y las rocas se encuentren. No es la Costa da Morte, pero los que gustes de los faros no tendrán queja de los que pueden visitar. Desde rutas en kayak a trayectos en barco o senderismo, desde visitar yacimientos prehistóricos o restos romanos a perderse en islas deshabitadas, esta zona de Galicia ofrece multitud de posibilidades a los viajeros que deseen conocer el mundo.

Menorca y sus faros

La illa d'Aire alberga el faro más alto de Menorca con sus 175 peldaños. Freepik

Si hablamos de faros, un salto al Mediterráneo, hasta la isla de Menorca permitira realizar un recorrido por sus siete faros, los cuales solo son hitos para conocer una isla que nunca se termina de descubrir. Desde Ciutadella y el faro de Sa Farola, al oeste de la isla, se costea hacia el norte hasta el de Punta Nati, y seguir por el de Cavallería, hasta Favaritx, San Carlos después, el alejado en el mar de Illa d’Aire y terminar con el espectacular de Artrutx. Su orientción permitirá disfrutar de crepúsculos o amaneceres de ensueño en paisajes digno de un sueño. Este recorrido permite visitar entornos como la Albufera des Grau, vistas sobre Mahón y su puerto, encontrar construcciones megalíticas como las navetas y los talayots, así como los encantadores pueblos que se van encontrando.

Las Médulas y su antigua historia

El rojo y el verde de Las Médulas leonesas dan color a un paisaje que empezaron a moldear los romanos. Wikipedia

El paisaje de Las Médulas habla de que bajo esta tierra ubicada en los leoneses Montes Aquilanos y el valle del río Sil atrajo pronto a los hombres que construyeron la historia con el oro que se sacó de las minas. Una red de más de 400 kilómetros de canales de agua excavados en roca muestran una obra de ingeniería que modificó un entorno de tierra roja, bosques de castaños, robles y lagunas. Los romanos perforaron la tierra dejando una huella que se convertiría en Patrimonio de la Humanidad. Este paraje único, ubicado en la comarca de El Bierzo, ofrece en sus entrañas senderos y grutas, miradores sobre desfiladeros que los excursionista recorren rodeados del silencio de la naturaleza. Cada cual puede elegir la ruta que mas se adapte a su experiencia y condición, sencillas como las del lago Sumido o la de Las Valiñas hasta otras más duras y largas como la senda de los Conventos o la Perimetral. El lago de Carucedo ofrece sus aguas en verano, o en primavera para los mas atrevidos, para el baño.

Los Valles Pasiegos no tiene mar

El vértigo de los valles cántabros resulta tan inolvidable como su color verde. Turismo de Cantabria

Cantabria es mucho más que su costa y los Valles Pasiegos están para demostrarlo. Lo hacen hasta tal punto que es fácil olvidarse que esta es una comunidad costera. Cerca de la capital, este corazón verde muestra una naturaleza ondulante en la que se confirma que el verde no es un color, son muchos y cada cual con varias tonalidades. Realidad, leyenda e historia se dan la mano en forma de cuevas prehistóricas, casonas palaciegas y modestas cabañas, recuerdos al hombre pez de Liérganes o montañas que hablan de tradiciones. Pas, Pisueña y Miera son los nombres de los valles que albergan ermitas escondidas, puentes de piedra centenarios, casas y palacios. La casa de los Cañones, el palacio de la Rañada, la colegiata de Santa Cruz de Castañeda, el puente Mayor del río Mera, el hayedo de Zamina no se olvdan después de visitarlos.