Muchas veces, el amor y el cariño que sentimos por nuestro perro nos impulsa a darle achuchones y abrazos. Un gesto normal y agradable para nosotros los humanos, al que estamos acostumbrados, pero que para nuestros peludos puede resultar todo lo contrario. Es más, es algo que les incomoda bastante.
En estas situaciones, lo mejor para averiguar cómo se siente nuestra mascota es analizar su lenguaje corporal para saber si estamos invadiendo su espacio vital. En el caso de que así sea, eso quiere decir que es muy posible que le estemos generando estrés.
Por lo tanto, la próxima vez que vayamos a abrazar a nuestro perro deberemos recordar que seguramente no vaya a ser una sensación placentera para él, pues es un momento de incomodidad y malestar.
De acuerdo con Kiwoko, compañía especialista en el bienestar animal, estas son algunas señales que manifiesta nuestro peludo cuando no está a gusto con los abrazos o el exceso de contacto físico.
- No nos mira directamente a los ojos
- Mantiene las orejas caídas
- Gira o ladea la cabeza
- Mantiene los ojos entreabiertos
- Abre demasiado los ojos
- Se relame el hocico continuamente
- Enseña los dientes en actitud violenta
- Responde con gruñidos y chillidos
- Contesta con continuos bostezos
- Quiere alejarse de nosotros
Si percibimos uno o más gestos de los mencionados anteriormente, no cabe duda de que nuestro perro se siente incómodo, por lo que deberemos dejarle tranquilo o interactuar con él de otro modo.
Así que, si desea mostrar afecto a nuestra mascota, hay alternativas para darle un tiempo de calidad de muchas formas: practicando deporte juntos, paseando por entornos naturales como playas o montes, jugando con él, acariciándolo, etc.
Cabe recordar que los animales tienen unas dinámicas de comportamiento diferentes de las humanas, por lo que el lenguaje no verbal tiene otros matices. Forzar a un perro a recibir estas muestras de afecto, podría causarle estrés y malas reacciones.
Los datos no mienten
Una investigación realizada por ‘Psychology Today’ apunta que ocho de cada diez canes se sienten incómodos con estos apretones. Tras analizar más de 200 fotografías de perros abrazados por sus tutores, se ven actitudes en actitud defensiva y hasta agresivas.
Otro informe, elaborado por la Universidad de British Columbia Canadá, asegura que alrededor del 80% de los perros abrazados se sienten incómodos con la situación, mientras que solo el 20% de ellos parecía sentirse a gusto con ese gesto de amor tan típico entre humanos.
