Inició su vida deportiva en su Vitoria natal. Después, el baloncesto le llevó durante más de dos décadas a León. Allí, esta pionera del baloncesto alavés se hizo un nombre en la élite. Isabel Fernández, conocida en el mundo de la canasta con el apodo de 'Moses' ya que cuando era una niña jugaba con unas gafas similares a las que portaba el mítico jugador estadounidense, respira baloncesto por los cuatro costados.
Y es que en el mundo de la canasta ha hecho de todo. Moses ha formado y entrenado equipos desde categoría benjamín hasta un conjunto sénior de Liga Femenina 2, pasando por ejercer de entrenadora en la prisión de Mansilla de las Mulas, donde dirigió entre 2010 y 2011 a un equipo sénior masculino que competía en la liga provincial.
Además, ha llevado a cabo funciones de directiva –fue vicepresidenta del Aros León– directora deportiva, encargada de conseguir patrocinios… todo. No es de extrañar habida cuenta de que el baloncesto es su pasión.
Una pasión que le ha llevado a convertirse en todo un referente del baloncesto femenino para muchas personas y a la vez le ha permitido hacer de este deporte su profesión. En estos últimos cuatro años, Isabel Fernández ha seguido su carrera en Alemania. Una trotamundos del baloncesto. Por eso, la primera pregunta es obligada.
¿Isabel ‘Moses’ Fernández es alavesa, leonesa de adopción...? ¿De dónde se siente?
–A ver... soy vitoriana de sentimiento y de nacimiento. Me siento vasca, pero es verdad que he vivido más tiempo fuera que en Vitoria.
Conoce de primera mano el mundo de la formación y de los entrenadores. En los últimos años son numerosos los técnicos alaveses que llegan a la élite –Pablo Laso, Ibon Navarro, Roberto Iñiguez de Heredia y Made Urieta–, pero no hay casi jugadores ¿por qué?
–Buff. Mira... la formación de un jugador de élite es muy compleja. El hacer un buen jugador es muy difícil. Un jugador de élite no nace, un jugador de élite se hace. Es verdad que hace falta cosas como el talento, tener condiciones físicas y psíquicas. Se necesita un compendio, una base, pero el desarrollo de ese jugador depende de que haya buenos entrenadores.
¿Qué habría que cambiar entonces?
–En mi época, cuando yo estaba en categorías inferiores... a ver, esta palabra no me gusta porque son categorías de formación, tuve la suerte de tener muy buenos entrenadores. Lo que está claro es que entrenar puede entrenar cualquiera, pero formar... no. Para ello hay que ser entrenador. Al niño y la niña hay que enseñarle, hay que hacerles.
“El buen jugador no nace, se hace y para ello hace falta tener grandes entrenadores en la base”
¿Qué está pasando entonces?
–Lo que yo veo, que sigo bastante el baloncesto vasco, es que a nivel de equipos en Liga Vasca, pues tenemos muchos campeones, niños en selecciones autonómicas... Yo entiendo que aquí se ha puesto el foco en el resultado colectivo y se está dejando o no se está haciendo de la manera adecuada el desarrollo del talento individual.
¿Se le podría dar la vuelta ?
–Es muy complicado. Necesitas alguien que sepa, que tenga paciencia... Necesitas un seguimiento continuo del jugador o jugadora. Necesitas darle pasos como ponerle en el primer equipo. Es complejo. Es mucho trabajo y durante mucho tiempo. Es más sencillo ficharlo que hacerlo. Hacerlo, que es lo que hacíamos nosotros en León, te generaba mucho reconocimiento, pero es verdad que te sale del lomo.
Querejeta señaló hace unas semanas que es difícil ya que Álava es un territorio pequeño y sus habitantes no tienen las condiciones físicas necesarias. ¿Lo ve así?
–Sí. Somos pocos, esto para empezar. Y es verdad que aunque somos vascos, no somos los vascos más grandes. Además, en el caso del Baskonia, estamos hablando de un equipo de Euroliga y eso dificulta aún más la llegada de un jugador de aquí.
“Si la vida me vuelve a traer a Vitoria, me encantaría volver a entrenar niños ya que me apasiona enseñar”
Hace poco debutó Joseba, el hijo de Josean con el Baskonia, y para encontrar a otro alavés en el equipo de casa hay que remontarse hasta 2010 cuando jugaba Javi Buesa. ¿Habrá que esperar otros 14 años?
–Esperemos que no. Eso nunca se sabe. Hay que empezar desde benjamínes y alevínes. Hay que intentar tener en las canteras a los mejores entrenadores posibles. Pero para ello hay que invertir capital humano y económico para convencer a buenos entrenadores que entrenen en la base.
En el baloncesto femenino en su día llegaron a la élite Molinuevo y Conde y ahora están canteranas del Araski como Castellano y Ortiz de Zárate, además de Nerea Hermosa. ¿La situación es parecida?
–Sí. Nerea viene de hacer su carrera en Estados Unidos. Ella es más grande y está haciendo muy buena temporada, pero así es. Las chicas lo tienen igual de difícil para llegar arriba.
Hablando del baloncesto alavés. Tiene un sobrino en la cantera del Baskonia y conoce bien lo que sucede en el deporte base de la provincia. ¿Qué opinión le merece?
–Nos hemos vuelto todos un poco locos. Antes los padres querían que sus hijos fuesen buenos, pero ahora quieren que sea el mejor y quieren que sea un Luka Doncic desde benjamines. Como he dicho siempre, si tu hijo es bueno fantástico, pero si no, va a ser tu hijo toda la vida. Entonces lo que tienes que hacer es quererle. Quererle sea como sea. Soy muy de insistir a los padres que en casa hay que animarles. Las broncas en el entreno.
"Como he dicho siempre, si tu hijo es bueno fantástico, pero si no, va a ser tu hijo toda la vida. Entonces lo que tienes que hacer es quererle"
¿Cree realmente que la situación se ha vuelto tan disparatada?
–A ver, me parece que siendo casi todo el mundo bastante respetuoso, siempre pasa algo en la grada. Hay demasiada tensión en todos los sitios.
¿Se plantearía entrenar a chavales aquí en Álava si le ofrecieran un proyecto interesante?
–El baloncesto es mi pasión. Llevo más de 30 años. He sido jugadora profesional, entrenadora y estoy viviendo de ello, pero sí de algo me siento orgullosa en esta carrera de más de 30 años es de haber entrenado en todas las categorías: benjamín, alevín, infantil... Chicos y chicas.
Además, tuvo una experiencia incluso dirigiendo en una prisión...
–Sí, he entrenado en la cárcel de Mansilla durante un año a los reclusos. He entrenado a nivel profesional, pero me encanta enseñar. Se nos está olvidando esa parte de enseñar baloncesto. Es algo que se ha perdido. Cuando yo estuve aquí en categorías de formación, mis entrenadores eran muy buenos. Yo tuve la suerte de tener al malogrado José Luis Espizua Fofo, a Carlos Antía, a Alonso... He tenido mucha suerte porque me enseñaron mucho baloncesto. Me enseñaron cosas que yo todavía enseño. He hecho técnica individual con Iriarte. Esas cosas que ahora ves como algo imposible, que un entrenador bueno entrene niños, y es todo lo contrario.
Por lo que está comentando, volver a entrenar a niños es una puerta que deja abierta, ¿no?
–Sí, sí. Si la vida me trae a Vitoria, claro. A ver, yo cuando voy a estos sitios como Paraguay he entrenado desde las categorías U10, todo. Me gusta. Yo cogería niños, no niñas. Puede ser perfectamente.
“El padre que no se porte bien, tiene que estar fuera del recinto y si persiste echar al niño del club”
Hablando de deporte base, ¿qué le parece lo que sucede en las gradas hasta el punto de que la Diputación haya tenido que lanzar la campaña ‘el insultar se va a acabar’?
–Es algo que no he vivido nunca. Pero me parece que esas campañas sirven de poco. Pienso que el padre que no se comporta bien, tiene que estar fuera del recinto. El padre que no puede entrar en un recinto, el niño tiene que jugar en otro sitio. Y entiendo que es el niño el que paga, pero yo en mi club no quiero a un padre que no sabe comportarse. Hay que hacerle ver a ese padre, que si no es capaz de estar tranquilo, pues su hijo no puede estar jugando. Los clubes a principio de temporada tienen que ser muy claros y decir que no se van a permitir ciertos comportamientos.
¿Qué habría qué hacer para erradicar estos comportamientos?
–Me parece bien la campaña de la Diputación, pero los clubes a principio de la campaña tienen que ser muy claros y sacar un decálogo con la actuación que deben tener los padres y decir, quien insulte se tiene que ir fuera y a la segunda vez, que a una persona mayor de edad la tengas que sacar de un recinto deportivo, le dices que ya no puede volver a entrar. Si dice... yo voy a entrar porque soy libre, pues tu hijo no va a jugar aquí. Y dirás, pero qué triste que el niño pague. Y, ¿qué hacemos?
"Llevo 30 años y la mayor parte la he dedicado a la formación de jugadores y jugadoras y yo no he visto un niño malo o una niña mala de unos padres buenos"
Al final, es algo que puede afectar al menor. ¿Sufrirá viendo estos comportamientos?
–Ya no es sufrir. Es que se da una imagen muy triste. Llevo 30 años y la mayor parte la he dedicado a la formación de jugadores y jugadoras y yo no he visto un niño malo o una niña mala de unos padres buenos.
Quizá se pierde un poco la perspectiva, ya que estamos hablando de deporte de formación...
–En casa hay que explicarles lo que es el deporte y tenemos que volver, que eso se ha perdido aquí, a ver la figura del entrenador como lo que es. Es un profesor, un educador y alguien que está enseñando a tus hijos vida. Que a parte saben jugar a baloncesto, pues genial. Pero el estar en un equipo le va a dar unas herramientas para la vida y unos valores que se están perdiendo. Esto es claro. De la pista para dentro, de los entrenadores. De la pista para fuera, de los padres.
"Habría hueco en la élite para el Baskonia y el Araski"
El Baskonia sondeó en su día la posibilidad de sacar un equipo femenino de élite. 'Moses' considera que, pese a que Vitoria es una ciudad pequeña, el conjunto azulgrana podría compartir espacio con el Araski, aunque entiende que la convivencia no sería fácil. “Hueco habría, lo que pasa es que es muy complicado mantenerlos”. De producirse, la entrenadora gasteiztarra reclama un entendimiento entre ambas entidades. “Una ciudad de baloncesto como es Vitoria no se merecería una lucha por ese poder. Se merecería un acuerdo”, apunta la gasteiztarra, quien deja claro que no vería con malos ojos la creación de un equipo profesional del Baskonia. “Siempre voy a estar a favor de quien sea capaz de trabajar por la jugadora vasca y de hacer algo por la mujer y el Baskonia tiene algo muy bueno, que tiene toda esa masa social de los chicos. Que haya deporte profesional femenino es bueno para cualquier mujer deportista”, concluye.
