- No hay ningún viso de que la entente entre el Baskonia y Zoran Dragic vaya producirse a corto plazo, si es que finalmente se produce la fumata blanca entre ambas partes. Así lo corroboran fuentes de la negociación consultadas por este periódico. "Hay grandes diferencias económicas y las posturas están bastante alejadas", reconocen sin tapujos a la hora de detallar el estado actual de las negociaciones.

El escolta esloveno, martirizado por dos graves lesiones de rodilla en el último lustro, aterrizó en Vitoria a finales de enero de este año procedente del Ratiopharm Ulm "con un contrato muy bajo" y su pretensión tras revalorizarse en la fase final de la ACB reside obviamente en ver mejorados sus emolumentos tras lo enseñado sobre la cancha. El Baskonia incluyó a Dragic entre los jugadores sujetos al derecho de tanteo después de que su primera oferta de renovación fuera desestimada. De esta manera, Querejeta conseguía tener el mango de la sartén en su mano para retenerle en el caso de que otro equipo de la ACB pujara por sus servicios.

El plazo para ello fue consumido por el de Liubliana sin efectuar movimiento alguno y el club vitoriano es ahora mismo dueño de sus derechos en España. Sin embargo, tal y como ha sucedido con Patricio Garino, reclutado por el Zalgiris, nada podrá hacer si algún conjunto extranjero echa sus redes sobre el jugador con una propuesta que le seduzca sobremanera.

La negociación se encuentra muy enquistada desde hace tiempo y el Baskonia corre el riesgo de quedarse sin un exterior muy del gusto de Ivanovic que aporta cemento, sacrificio defensivo y, cuando se necesita, también pegada en ataque. Así lo demostró Dragic en la Fuente de San Luis tras su pletórica exhibición en semifinales ante un Valencia Basket al que endosó 25 puntos.

La continuidad de Dragic es un objetivo perseguido en los despachos del Buesa Arena, aunque lógicamente no a cualquier precio. En este sentido, el desencuentro en materia económica puede propiciar que el Baskonia abra alguna otra vía a la hora de reforzar el perímetro más allá del exterior que todavía le resta por incorporar para cerrar definitivamente la plantilla.

Habrá que armarse de paciencia, pero el futuro de Dragic como azulgrana quedará resuelto para bien o para mal a primeros de agosto. Y es que el artículo 14.6 del convenio suscrito entre la ACB y el sindicato de la ABP fija un plazo máximo de 20 días para que el club de origen y el jugador que no ha presentado una oferta de otro equipo español suscriban y depositen el contrato firmado en la patronal.

Es decir, el 9 de agosto sería la fecha límite para que el Baskonia alcance una entente con el esloveno, al que en las últimas horas se le ha vinculado con el Fenerbahce de Igor Kokoskov, antiguo seleccionador esloveno. La cuenta atrás ya se ha iniciado y el Baskonia deberá subir la puja si quiere mantener a un jugador que a Ivanovic le sienta como anillo al dedo dada su visceralidad, su carácter guerrillero y su generoso derroche de energía en cada partido.

Artículo 14.6. Si el jugador que ha recibido la oferta cualificada del club no recibe ofertas de terceros dentro del plazo previsto en el artículo 14.3, el jugador podrá prorrogar el contrato con el club de origen, al que se incorporarán las nuevas condiciones previstas en la oferta cualificada. En tal caso, el nuevo contrato deberá suscribirse en el plazo de 5 días naturales y depositarse en la ACB dentro del plazo de 5 días naturales posteriores. De no depositarse en el plazo indicado, la ACB requerirá al club, y al jugador a través de la ABP en un plazo común de cinco días naturales para que, dentro de un plazo de otros 5 días naturales, suscriban y depositen el contrato en la ACB.