Ezcaray es uno de los municipios riojanos más visitados durante todo el año. En invierno acoge a los amantes de los deportes de invierno y en verano, a los apasionados de la aventura, senderismo (a pie o en bicicleta) y naturaleza. Por supuesto, como en toda La Rioja, la buena mesa y los excelentes vinos están presentes a la hora de reponer fuerzas.
Este municipio situado en la parte alta del valle del Oja, al suroeste de la comunidad, y al pie de las impresionantes montañas de la Sierra de la Demanda, tiene poco más de dos mil habitantes y su intensa actividad turística comporta que pase de estos 2.098 censados en temporada baja a más de 15.000 en verano gracias al turismo, su principal actividad. Sus 813 metros de altitud son ideales para respirar aire puro y hacer senderismo y rutas de todos los niveles y dificultades. Muchos la llaman incluso la Suiza riojana por sus numerosos atractivos turísticos y paisajísticos.
Ezcaray es un lugar que descubrir, admirar y sentir, un lugar donde moverse practicando numerosos deportes, donde degustar lo mejor de la gastronomía tradicional y de vanguardia, donde disfrutar descansando o realizando múltiples actividades.
Su Casco Viejo conserva la arquitectura tradicional, el paisaje es de ensueño y se come de maravilla. Su conjunto urbano con soportales, plazuelas porticadas y palacios. Torremuzquiz (o plaza del quiosco) y del Ángel, de los mejor conservados y más hermosos de La Rioja, bien merece un paseo para contemplarlo.
La Argolla del Fuero y la plaza de la Verdura muestran las típicas casas porticadas y entramados de madera dignas de contemplar.
Destaca la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, fundada en 1752, que hoy es Albergue de la Real Fábrica y sede del Ayuntamiento.
Entre los edificios de interés destaca la Parroquia de Santa María la Mayor, que data de diferentes siglos: XIV, XV y XVI. Construida sobre la antigua parroquia románica, consta de una sola nave con capillas bajas, crucero y cabecera ochavada. Portada con arco de triunfo manierista. En el interior destaca el bellísimo retablo mayor hispano-flamenco del XVI. También destaca la imaginería religiosa.
La infraestructura hotelera y de bares y restaurantes es variada y de calidad. Cuenta incluso con un restaurante con dos estrellas Michelin, El portal de Echaurren, donde Francis Paniego reelabora la cocina tradicional e innova con nuevos platos. Una experiencia única si te lo puedes permitir.
Dentro de la cocina típica de la villa podemos mencionar los caparrones (alubias rojas) plato típicamente de invierno; las pochas; las míticas patatas a la riojana; la menestra de verduras; carnes de la sierra, etc. Todo siempre en compañía de un excelente vino Rioja.
La estación de esquí de Valdezcaray, se encuentra situada a 14 kilómetros de Ezcaray y es un lugar que no hay que dejar de visitar. Remodeladas sus instalaciones en 2002 y con recientes equipamientos, la estación está preparada para dar cabida a 300.000 visitantes al año. Cuenta con 22 kilómetros de pistas esquiables y es una opción para los esquiadores riojanos y de las provincias limítrofes, aunque en verano también es aconsejable una visita para disfrutar de sus paisajes y la naturaleza que le rodea.