Dicen los experimentados viajeros que allá donde vayas haz lo que vieras. Y si cuando los lugareños dejan una prudente distancia entre ellos y un animal que pasa, conviene imitarles.
Es algo que aprendió por las malas un turista occidental que recorría la India. El video es de hace algún tiempo pero ha vuelto a hacerse viral recientemente. Quizá por aquello de que en estos tiempos casi pospandémicos ya vuelven los grandes viajes y quien lo haya lanzado a rodar busca recomendar prudencia a los turistas.
El suceso tuvo lugar en el área residencial de Patturaikkal, en la ciudad india de Kerala. Una pareja recorría una calle cuando de frente vieron que se acercaba un elefante con su guía, su mahout. Los paseantes locales se apartaron lo suficiente para dejarle pasar. Los turistas también lo hicieron, pero no mucho. Y eso tiene un precio.
Está claro que no conocía la frase de un torero famoso por no arrimarse demasiado durante la faena. “Hasta el rabo todo es toro”, contestaba a quienes le recriminaban su actitud.
De haber seguido el consejo del diestro, la víctima del elefante indio no tendría que sacarse pelos del rabo del paquidermo de la boca.
Y es que cuando el gigantesco y adiestrado elefante llegó a su altura movió garboso su cola y alcanzo de lleno al curioso humano.
Aunque no sufrió grandes daños, no hay duda de que el coletazo debió doler dado los gestos del abofeteado. No perdió la sonrisa en ningún momento, y menos aun sus acompañantes, algunos de los cuales inmortalizaron la escena.
Este video fue compartido por el oficial del Servicio Forestal de la India Susanta Nanda en su cuenta de Twitter y ha sido visto por más de 6.000 usuarios, con numerosos likes y retuiteos. Además los internautas no han dudado en comentar las imágenes.
Entre los que se han escrito, son numerosos los que alaban al elefante y lo consideran una rebelión contra una vida sumisa al servicio del hombre. Entre estos está Susanta, quien acompañó el vídeo con la frase “Elefante sabe por quién está pasando una vida en cautiverio. Bien hecho”.
También son muchos a los que la anécdota les parece graciosa y aseguran haberlo visto en bucle varias veces sin poder dejar de reír. Curiosamente son muy pocos los que se interesan por el estado del involuntario coprotagonista del video.
En cualquier caso, los turistas volvieran a casa con una anécdota diferente que contar. Aunque la historia llegara más rápida que ellos.