Christian Gálvez y Almudena Cid siempre habían formado una pareja de lo más romántica y consolidada, por lo que el anuncio de su separación hace unos meses pillaba a todos por sorpresa. Sin embargo, lo que parecía que iba a ser una separación amistosa y en los mejores términos posibles tras más de una década de matrimonio, ha ido complicándose poco a poco.

Sea como sea, la ya expareja ha firmado el divorcio y el presentador ha dado una nueva oportunidad al amor al lado de su compañera de cadena, Patricia Pardo, mientras Almudena Cid se refugia en su familia y amigos y asegura seguir sin entender los motivos que llevaron al que fuera su marido a tomar la decisión de emprender caminos separados.

UNA CARTA A SUS SUEGROS

Al parecer, a pesar de la ruptura, la ex gimnasta pensaba que todo se arreglaría y que la decisión no era definitiva, sin embargo, tuvo que asumir la realidad tras la publicación de unas imágenes de su ex junto a su nueva pareja, además, según publica el diario 'ABC', el madrileño había dejado claro desde un principio que la decisión era definitiva e incluso aseguran que les envío una carta a sus ya ex suegros explicándoles los motivos de la separación, junto a una nota de agradecimiento por el trato que había recibido durante todos estos años.

La existencia de esta carta ha salido a la luz solo unos días después de que Almudena recogiera sus cosas de la casa que compartió con Christian en Boadilla del Monte, dónde los familiares de la ex gimnasta se sintieron molestos por el hecho de estar siendo grabados por las cámaras de seguridad del domicilio mientras hacían la mudanza.

También hace solamente unos días que la pareja convertía su separación en un divorcio oficial al firmar el acuerdo que disolvía su matrimonio, cuyos detalles han salido a la luz en algunos medios.

Tal y como publica 'Jaleos', el presentador se quedará con la casa de Boadilla del Monte, en la que convivió con Cid durante el tiempo que duró su matrimonio, mientras ella consiguió que Gálvez le cediera un loft valorado en más de 220.000 euros, dos plazas de garaje, una furgoneta y un coche de alta gama, a pesar de que todos estos bienes pertenecían al conductor televisivo, y la pareja estaba casada en separación de bienes por lo que nada de esto le correspondía en un principio a Almudena.

El presentador habría accedido a las peticiones de la vasca con el objetivo de terminar la relación en las mejores condiciones posibles, aunque según el periodista Saúl Ortiz, hubo un punto en el que el madrileño no estuvo dispuesto a ceder, la pensión compensatoria que le exigía su ya exmujer.