Los pedales del coche pueden deteriorarse con el tiempo si no se usan correctamente. Aunque los pedales como tal no se cambian, un mal uso del embrague, freno o acelerador pueden dañar el resto de los componentes del vehículo, como por ejemplo, las pastillas de freno.
Ahora la DGT da indicaciones de cómo hacer uso correctamente de los pedales y conseguir así una conducción más segura también.
Acelerador
Es el encargado de regular el paso del carburante a los cilindros y adecúa la potencia. Si se usa con moderación reduce el consumo de combustible. Sin embargo, abusar de este pedal hace necesario frenar y cambiar de marcha más veces. Es necesario usarlo en adelantamientos e incorporaciones.
La recomendación de la DGT es que hay que levantar el pie antes de las curvas, pasos de peatones o semáforos en rojo. Es mejor eso que abusar del freno ya que, además se reducirá el consumo de carburante.
Freno
Permite reducir la velocidad y detener el vehículo. Se hará un buen uso de él si se utiliza con antelación, con suavidad y aplicando la presión necesaria. Si se frena justo antes o dentor de una curva puede desestabilizar el automóvil. Se debe usar siempre para adecuar la velocidad y mantener la distancia de seguridad.
La DGT recomienda, para hacer la frenada más cómoda a los pasajeros, reducir la presión sobre el pedal del freno justo antes de que el coche se detenga.
Embrague
Acopla el motor a la caja de velocidades, transmitiendo el movimiento a las ruedas. Está bien pisarlo hasta el fondo y soltarlo de forma progresiva, acelerando lo necesario. Si se pisa sin necesidad provocará un mayor uso del freno y anula el efecto del ‘freno motor’. Solo se debe usar cuando sea necesario cambia de marcha.
Tráfico aconseja controlar el punto de fricción para dominar el vehículo en pendientes ascendentes pronunciadas y en estacionamientos.