Como una de las creencias populares más extendidas, la memoria de pez es un mito.
Los vertebrados más antiguos de la Tierra son foco de ridiculización y burla y partícipes de múltiples expresiones, en referencia a la retentiva.
No obstante, existen varios estudios, que, desmienten esta matriz de opinión.
Estos animales tienen la capacidad de recordar información por largos periodos de tiempo.
Estrategia o defecto
Las cosas no son lo que parecen bajo el mar.
Estas especies acuáticas recuerdan los lugares donde identifican zonas potencialmente peligrosas o lugares donde poder conseguir alimento, sin ser cazado por anzuelos.
Precisamente, gracias a este tipo de proceso evolutivo, este tipo de acuáticos, ha conseguido adquirir una excelente memoria, y por consiguiente no ser razón de mofa.
Paralelamente, varias investigaciones han conseguido demostrar como este tipo de problemas de retención cognitiva está relacionado con problemas medioambientales, donde por mayoría intervienen factores residuales.
Según las demostraciones, la gran cantidad de basuras y escombros, no deja a esos nadadores actuar a tiempo, pues todo este tipo de materiales actúa como distracción.
Así mismo, los cambios meteorológicos, son otra de las cusas que provoca de pérdida de recuerdo, donde los animalitos no determinan las coordenadas.
Una de las sorpresas de la investigación, fue el hecho de observar en varios grupos indicios de inteligencia maquiavélica.
Sí, estos pequeños tienen la curiosa capacidad de mentir o actuar con picardía, lo que demuestra que no son precisamente animales de despiste.
Este tipo de hipótesis, también ha conseguido dar larga vida a cuentos y películas.
Una de las más recordadas por padres y niños, ‘Buscando a Nemo’, donde la amiga del protagonista pez naranja, tiene problemas de memoria y es foco de burla de los demás animales marinos.