Muchas personas eligen vivir con perros porque dan amor incondicional, compañía y son grandes amigos. Hoy es un día especial para estas mascotas porque se celebra el Día Mundial del Perro.

Esta efeméride existe desde el año 2004 y se creó para dar visibilidad a la importancia que tienen los perros en la vida de las personas.

Sin embargo, este día no solo busca mostrar en las redes sociales lo bonitos y cariñosos que son nuestros ‘amigos’. el Día Mundial del Perro tiene un objetivo reivindicativo: busca concienciar a la población sobre el alto número de perros abandonados.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 70% de los perros del mundo no tienen una casa en la que vivir. Esto supone que, de los 800 millones de perros contabilizados en todo el mundo, unos 500 millones viven abandonados a su suerte.

El confinamiento de 2020 hizo que muchas personas adquirieran un animal de compañía, que ahora han abandonado. Muchos de estos animales han sido llevados a perreras con la esperanza de que sean adoptados por familias que los quieran.

De la adquisición de animales surge el eterno debate, ¿es mejor comprar o adoptar un perro?

¿Compras o adoptas?

Parte de la población opta por comprar un perro para aumentar la familia. Otros prefieren adoptar, pero ¿cuáles son las diferencias? ¿qué es mejor?

En primer lugar, hay que hablar de los lugares donde se compra o de donde se adopta un perro.

Los perros que se compran suelen vivir en tiendas de mascotas. Estos lugares son un negocio que, como todos, busca ganar dinero. Según explica la web Petalino, la mayoría de los animales que se venden son criados en fábricas de crianza, lugares donde producen animales en masa ignorando las necesidades básicas de las crías y de sus madres.

En el punto contrario se encuentran las perreras. Estos lugares son refugios que se encargan de cuidar a los animales abandonados en las calles. Las perreras dan a los animales atención veterinaria, alimentos y agua. Por no decir que no buscan crear un negocio, sino simplemente ayudar a los animales.

Pero, no hay que equivocarse, la adopción no es completamente gratuita. Las perreras tienen que cubrir los gastos de alimentación y atención veterinaria de los animales, algo de lo que se encargan los ayuntamientos de las localidades. Sin embargo, en muchas ocasiones, hay que pagar el microchip del animal. Su precio varía entre los 30 y los 100 euros dependiendo de la localidad, según indica la página web Soyunperro.

Por otro lado, como expone hola.com, comprar un perro tiene sus ventajas: la elección del nombre de la mascota y de la raza. Ahora bien, adoptar permite ofrecer una segunda vida un animal que fue abandonado.

Un perro es un animal que necesita compañía y cariño. Los abandonados suelen ser los que más empatía tienen y por tanto agradecen cualquier muestra de amor y respeto.

Estos animales van a agradecer la atención de sus familias. Por lo tanto, antes de adquirir una mascota es importante conocer tu compromiso con el ser vivo y si tienes la economía necesaria para darle una vida digna.