Nueva York - El periódico The Wall Street Journal (WSJ) cumplió ayer 130 años comprometido con el periodismo de alta calidad, dispuesto a combatir el “déficit de confianza” en los medios y con la meta de ser “el digital líder en el mundo”, según dijo a Efe su director, Matt Murray. Fundado por tres periodistas financieros (Charles Dow, Edward Jones y Charles Bergstresser), el Journal publicó su primera edición la tarde del 8 de julio de 1889. Hoy es el diario de pago de mayor circulación en EE.UU., tiene 2,6 millones de suscriptores e informa desde primera línea en un planeta cada vez más interconectado.

“El periodismo está cambiando rápidamente y hemos logrado evolucionar a medida que el mundo cambia mientras nos mantenemos fieles a los altos estándares de la información que marcaron una referencia”, explicó Murray, que desde 2018 dirige el diario donde comenzó como reportero hace 25 años. Gracias a su “suerte y voluntad para asumir nuevas experiencias y oportunidades”, ha contribuido a la trayectoria más reciente del WSJ, un rotativo cuyo enfoque orientado a los negocios, los mercados y la economía ofrece “todo tipo de historias únicas y útiles para entender el mundo y las fuerzas que le dan forma”. Entre las historias que ha vivido, destaca tres, “todas esenciales, y todas grandes fuerzas que dan forma al mundo: el ascenso de China, la crisis financiera en EE.UU. y el avance de la tecnología digital”, y más adelante asegura estar “orgulloso” de la cobertura que el diario hace del Gobierno de Donald Trump.

Consciente de que “a ninguna Administración le gusta la prensa”, Murray relata que la de Trump ha ido “más lejos que otras al expresarlo abiertamente, culpándonos de sus fracasos, intentando arrastrarnos al campo de juego partidista y usándonos como saco de boxeo”, con casos de “retórica insidiosa e incluso peligrosa”. “Para proveedores diarios de noticias como el Journal, el trabajo es armar a nuestros lectores con historias reales, fiables, esclarecedoras e importantes sobre su Gobierno y líderes, incluyendo información que hace rendir cuentas a esos líderes. Eso significa desafiarles a menudo al informar de sus obras y palabras”. Murray apuntó que “eso a los líderes a veces no les gusta, y a veces a los lectores tampoco”, pero todo estará bien mientras la agenda del medio “no sea política, sino simplemente periodística”, ya que “se supone que no debemos ser amados por los políticos de ningún partido, ni morder su anzuelo”.

progreso real Coincidiendo con el mandato de Trump, el WSJ ha pasado por un proceso de transformación enfocado en el producto móvil y digital, mayor uso de datos, modernización de su liderazgo y nuevas iniciativas en contratación y preparación de periodistas. “Hemos hecho un progreso real, pero aún queda por hacer. Ahora estamos centrados en una evolución inteligente y uniforme en lugar de una transformación constante (...), pero la meta básica es ser el medio digital líder en el mundo, a la vez que mantenemos nuestra excelencia periodística y altos estándares”, afirma. Los resultados se ven en las cifras: en el trimestre finalizado en mayo, la matriz, News Corp, registró un incremento del 19% interanual en los suscriptores digitales de pago, hasta casi 1,8 millones. Su director lo atribuye al esfuerzo general de la firma por entender a la audiencia y darle lo que busca. “Creo firmemente que el mundo está lleno de lectores inteligentes que quieren y necesitan noticias fiables de alta calidad, que es lo que nosotros buscamos suministrar, así que todo empieza con esa misión clara y con un mercado creciente”, señaló Murray, perfilando las herramientas de supervivencia para un sector en dificultades. Al avanzar en la inmersión del negocio en la era digital el director considera que es “duro” mantener la calidad con la sobreabundancia de información que ha dado lugar a las fake news y apostilla que “debería preocuparnos enormemente” el “déficit de confianza que padece el sector entero”. “La era digital ha incrementado las exigencias de tiempo, pero hacemos más hincapié en ser correctos que en ser los primeros”, dice sobre el Journal, “comprometido” con “una cultura que prima la información sobre la opinión” y una edición rigurosa, en la que “se pide comentario a todos los actores clave, incluso los difíciles”. “También creemos en la transparencia: cuando nos equivocamos, lo asumimos y lo decimos abiertamente. Y trabajamos para evitar los peores hábitos del sector de noticias diarias: la especulación sin base, el sesgo político, la opinión manifiesta disfrazada de análisis y el click-bait”, concluye.