bilbao - Pertenecía al equipo de Gabon y la salida de Eider Hurtado para ir a ETB-2 propició que se pusiera al frente de un espacio que lleva al análisis y a la reflexión de la actualidad diaria. Le gusta abrir ventanas para tratar asuntos que no tienen tanto recorrido en otros programas, le enamora viajar, ir al cine y quedar con amigos. Vive la noche con entusiasmo y siempre está dispuesta a amoldarse a los horarios que marque la emisora.
¿Cómo vive la noche?
-No empezaba de cero, comenzaba el formato y la dinámica, estaba en el equipo de Gabon y no ha sido un cambio tan drástico.
Ya, pero ahora es usted la que manda en ese tramo de la noche de Onda Vasca.
-Se puede decir que el cambio ha sido en cuanto a tareas, llevar en cierta forma las riendas y la coordinación del programa, pero al conocer cómo se gestionaba este espacio, no ha sido tan duro como puede parecer desde fuera. Para mí el susto es menor que si no hubiera estado nunca en Gabon.
¿Qué tal lleva el horario?
-Estoy acostumbrada. Llevo trabajando en la radio desde que acabé la carrera y he pasado por multitud de turnos; el de noche lo conocía, incluso trabajar la noche completa. Gabon acaba a las once y es una hora prudencial dentro de un horario nocturno. Te amoldas a todo, cambias tus rutinas y no supone ningún problema. Sé la profesión que he elegido, sé que puedo estar en cualquier horario y lo que me importa es si me gusta o no el programa que hago.
¿Qué ofrece la noche de Onda Vasca al oyente?
-Una reflexión más pausada que lo que puede darse el resto de la jornada. La noche llega después de la vorágine informativa y de manera más pausada y reposada puedes hacer frente a esa información que ha generado el día. La noche deja todos los elementos encima de la mesa para que se pueda analizar todo lo que ha ocurrido.
La noche le obliga a estar al tanto de lo que ocurre durante el día.
-Efectivamente. Mi primer gesto, una vez que abro los ojos, a veces sin abrirlos aún, es poner la radio. Es algo que hago habitualmente y que parece insertado en mi ADN. Estoy pendiente de la radio y también pongo la televisión. Por la mañana tengo que estar al tanto de lo que ocurre para no comenzar desde cero cuando a la tarde me ponga a trabajar la información que irá en Gabon.
Así que todo el día colgada de la actualidad.
-Si eres periodista y vives el periodismo del día, siempre estás enganchada a la actualidad, pero también tengo tiempo para mí y me desconecto para hacer otras actividades, mi cabeza también necesita descansar; además, ese descanso es bueno para procesar la información que ya tienes.
¿Pueden salirse los programas de noche de una actualidad que está muy machacada durante el día?
-La actualidad marca, intentamos estar muy cercanos a lo que ha ocurrido, pero en Gabon también intentamos abrir pequeños espacios para asuntos que quizá no tienen tanta unión con lo que ha pasado durante el día pero que consideramos interesantes para los oyentes.
Una actualidad que casi siempre se mira en clave política.
-Sobre todo estos últimos días, la actualidad política ha estado reactivada por Catalunya, por la situación que allí se vive y sus repercusiones en el resto del Estado. Pero aparte del conflicto catalán hay que contar otras cosas. Pero sí es cierto que los espacios de la noche en la radio están marcados por la reflexión y el análisis político. También se tratan asuntos sociales, pero hay que tener en cuenta que muchos de los temas catalogados como sociales tienen una unión muy potente con temas políticos.
¿Era la radio el lugar en el que quería estar cuando estudiaba la carrera?
-No lo sé. En mi casa siempre estaba puesta la radio y creo que eso ha sido una especie de fina lluvia que ha calado en mí. Inconscientemente siempre he sentido esa proximidad a la radio, así que quizá por eso tiré por los micrófonos. También es cierto que no he probado otros medios, salvo alguna mínima colaboración en televisión. Mi ligazón profesional siempre ha sido la radio, es mi medio y estoy muy a gusto, en ella empecé de becaria y en ella continúo.
¿No sintió vértigo cuando Eider Hurtado le cedió su micrófono?
-Claro. Antes decía que conocía el programa, pero es una responsabilidad ser tú la que tiene que conducir el programa de la noche; hay que dirigirlo, diseñarlo, pensarlo? Saber los temas que vas a llevar, pensar si va a funcionar, saber la respuesta que va a tener de los oyentes, da una sensación tremenda de vértigo. Todos los nuevos retos me dan esa sensación de vértigo, pero en esta ocasión merece la pena. Quizá nunca exteriorice de cara a la galería esas sensaciones, ¡pero a quién no le daría vértigo!
¿Qué temas son los que más le gustan?
-Soy mucho de temas sociales, me interesa también la cultura? A veces, por el día a día, tienen poco espacio en los medios. Yo me siento cómoda en temas sociales y culturales; en ocasiones echo de menos hacer alguna entrevista en profundidad, que se salga de la línea política; una entrevista a un personaje interesante por su profesión o por los proyectos que haya desarrollado.
¿Los políticos no le parecen personajes interesantes?
-Ja, ja, ja? No he dicho eso, pero a los políticos les haces las entrevistas muy pegadas al momento de actualidad y puedes profundizar poco. En política, como en todo, hay gente muy interesante y gente que no lo es tanto. Esto pasa también en el mundo social y cultural. En el mundo de la política estoy aprendiendo muchísimo, a marchas forzadas.
¿Le va a acabar gustando?
-No he dicho que no me guste y a medida que estás más al día te va a interesando más, cada día lees un capítulo nuevo.
Un culebrón, ¿no?
-Yo no le he dicho. Nunca sabes lo que va a pasar ni hacia dónde van ir ciertos temas. No saber cómo se van a resolver ciertos asuntos también te da ciertas ganas de seguirlos.