MADRID - Basada en experiencias propias y prestadas de Berto Romero, explica lo que casi nadie se atreve a decir: la locura y lo difícil que es ser padres. Una serie irónica, cercana, auténtica y con momentos dramáticos. Éste es el resumen de la serie que el viernes estrenó Movistar+, Mira lo que has hecho. Berto y Sandra son una pareja que afronta la aventura de ser padres con la llegada de su primer hijo, Lucas. Una nueva vida que viene sin manual de instrucciones. Él es cómico y presentador de televisión de éxito. Ella es médico anestesista. Juntos deberán conciliar esta nueva situación en la que su familia, amigos e incluso el mundo no se lo pondrán fácil.
Usted tiene un doctorado ‘cum laude’ en paternidad, tres hijos. ¿Cómo recuerda su experiencia de padre primerizo?
-Muy bien, yo aún lo tengo cerca emocionalmente. Recuerdo la parte jodida y también la bonita.
¿Y le asalta más la parte negativa o prefiere quedarse con la positiva?
-Si la experiencia hubiera sido negativa, no habríamos ido a por el segundo. No hemos ido a por más porque creo que con tres hijos ya he cumplido, uno de los partos fue doble. Para mí la paternidad es una experiencia bonita y en la serie no he querido ser especialmente agrio.
La habitación del hospital con abuelos, tíos, primos y demás familia... ¿No tenía ganas de gritar?
-Ja, ja, ja... a ratos. Pero eso es lo que me parece más interesante de la experiencia. Con una cierta edad, mi generación tiene los hijos más cerca de los 40 que de los 20, que se te llene la casa de gente, que desarticulen tu intimidad, que tengas a los padres viviendo en casa y que tengas que relacionarte con gente que no te cae especialmente bien...
¿...para pegarse un tiro?
-No tanto. Parecía que volvía al instituto y me planteaba: ¿Qué ha pasado con mi vida?
Supongo que estará en los grupos de WhatsApp de los padres, ¿no?
-Es un mundo. Hay una situación que se retrata en la serie con un grupo de WhatsApp, yo me la inventé, y unos meses después la he vivido en persona en un grupo. Un padre, de repente, metió un mensaje que no era para ese grupo, debía de ser para unos amigos. Era una cosa súper sucia, súper machista... y es que estas cosas las carga el diablo. ¿Conoces la experiencia de los grupos de WhatsApp?
En mi caso, el WhatsApp no existía.
-Aunque no lo hayas vivido como madre, seguro que te lo encuentras en cualquier grupo, las meteduras de pata son continuas.
La paternidad lleva consigo, la salida del colegio y la confraternización en el parque, las fiestas de cumpleaños...
-Obliga a tantas cosas la paternidad, te juzgan, juzgas a los demás. Los padres de los amigos de tus hijos se convierten en tus colegas... Resulta interesante, te ocurre en un momento de la vida en el que tú creías que lo tenías todo controlado.
Así que se ha caído de un guindo...
-Y tanto. Yo pensaba antes de tener hijos: la vida mola, me voy a cenar, me voy al cine, me quedo en casa viendo la tele y pido una pizza, me levanto cuando quiero...
Un filósofo básico se despacharía con “La vida es así”
-Ja, ja, ja... Y de repente, te encuentras con que hay que sociabilizar y aparecen, entre otras cosas, las fiestas de cumpleaños. ¿Sabes la faena que es eso?
Creo que sí. ¿Saldrá en la serie?
-Esta temporada no, pero si nos dejan hacer más seguro que sí.
¿Repetiría?
-¿Paternidad? Sí, con gemelos incluidos, la experiencia ha sido brutal, y cuando digo brutal... pues eso. Ha sido como una apisonadora, hay un año de mi vida que no recuerdo.
Hablemos de noches en blanco.
-Aquí cada uno cuenta la feria según como le vaya. Hay padres que dicen que duermen bien, por lo tanto hay niños que duermen...
Seguro que es mentira, que lo dicen por fastidiar.
-Estoy contigo. Que los niños duerman, me parece fascinante. Me han dicho que hay niños que los ponen a dormir a las ocho de la tarde y hasta las ocho de la mañana del día siguiente. Pienso como tú, que es mentira y lo dicen para joderme.
¿Qué hubiera dado por dormir una noche completa?
-Mi alma, mi cerebro, si es que lo tenía entonces, todo... Y luego, cuando estás que no te tienes, llega uno y te dice que su hijo duerme de un tirón y que no se le oye en doce horas..., para cogerle manía.
¿A la criatura o al padre?
-La criatura no tiene la culpa, al padre. Ja, ja, ja... ¿Sabes para qué sirve ser padre?
¿Para saber que no se va a librar de sus hijos nunca?
-Para ver a mis padres de otra manera, te ponen en otro lugar y te hacen ver la vida de otra forma. Hay algo que la Naturaleza tenía previsto y se lo hemos cambiado, tener hijos siendo jóvenes, para tener fuerza. Cuando los tienes con 40 años es distinto, has intelectualizado la paternidad, das muchas vueltas a las cosas... Provoca un choque de trenes con la figura de tus padres y con el recuerdo que guardas de lo que fue tu infancia. Es algo que exploramos en la serie.
¿Una serie autobiográfica?
-Ja, ja, ja... ¿Tan prepotente me crees? Mi vida no es tan interesante como para hacer una serie. Está construida en base a miedo, a deseos, a duda..., a momentos que he vivido y a anécdotas que ocurrieron o que podían haber ocurrido.
¿Manual de paternidad?
-Podían darnos uno, estaría bien. Los padres somos en la vida real como en la serie, imperfectos.
Hemos convertido a los hijos en las joyas de la familia...
-Mis hijos pensarán que la manera en la que les he educado es una porquería y que he cometido muchos errores; ellos lo harán de otra manera. Igual que yo intento hacerlo de forma distinta a como lo hicieron mis padres. Pienso que esta fórmula de hijos intentando corregir a sus padres es la manera que tiene el mundo de funcionar.