muchas esperanzas, ilusiones y emociones se concentraban ayer en los más de doscientos aspirantes que se presentaron al casting del nuevo programa del canal #0, Fama a bailar. Para hacer las pruebas se escogió la antigua fábrica de Artiach en Zorrozaurre, un escenario que parecía sacado de una película americana. Al frente de la selección dos bailarines: el bilbaíno Igor Yebra, él será el director de la academia del programa, e Iker Karrera, de Hondarribia, será uno de los profesores. Les acompañaba la directora de casting, Marta Moure.

Junto a los aspirantes de Euskadi, había otros que se habían desplazados de comunidades cercanas y también de otras más alejadas, como Islas Baleares por ejemplo. “Yo he llegado muy pronto, llevo muchas horas esperando, Gijón y he cogido un autobús muy pronto”, comentaba muy risueño un joven de 24 años que ha decidido dejarse arrollar por la pasión del baile y darlo todo en el casting.

Mientras el escenario en el que se iban a realizar las pruebas se preparaba, los jóvenes hacían piruetas imposibles para ir calentando músculos. Yebra y Karrera observaban con mirada especulativa los movimientos de calentamiento que hacían: “Podría hacer ya una selección por encima, pero habrá que esperar a que se levante el telón”, bromeaba el bailarín bilbaíno, a su lado el de Hondarribia comentaba que había aspirantes que podían tener posibilidades. “Hay de todo por lo que estamos viendo, pero tenemos que esperar a verlos bailar y decidir”.

Un programa especial Tanto Yebra como Karrera debutan en la televisión con este talent show que se estrenará en marzo y estará presentado por Paula Vázquez, una profesional que ya conoce el formato por haber estado al frente del que emitió Cuatro de 2008 a 2011.

“Estoy ilusionado con este concurso, es la primera vez que hago televisión. Me he animado porque es una cadena diferente, pienso que no te expones tanto como en otras; tampoco va a ser modelo reality, eso era algo que no me gustaba. Creo que va a ser un programa muy especial. Además, hay que abrir un poco la mente. La propuesta me ha llegado en un momento adecuado y, de verdad, estoy muy contento. Eso sí, lo de los casting es muy trabajoso”, comentaba contento Iker Karrera.

Marta Moure, directora de casting y con mucha experiencia en este cometido en otros programas, comentaba que los casting de Fama a bailar están teniendo una acogida espectacular. Terminado el de Bilbao, quedan pendientes los de Barcelona y también Canarias. Una vez hecha la primera selección, se volverá a Madrid para elegir a los dieciséis bailarines que accederán a la academia que pondrá en marcha #0 de Movistar+.

Lo que más ha destacado para Igor Yebra del casting de ayer ha sido “una ilusión desbordante. Se ve que hay muchas ganas de bailar, entrar en la escuela y participar en el proyecto”. El bailarín vizcaíno comentaba que hay veces que la ilusión se enfrenta a la preparación, que muchos se declaran autodidactas: “En otros países hay mucha más formación, pero no cabe duda de que aquí ganamos en la ilusión y la alegría que se pone a la hora de bailar. Me parece muy importante que los jóvenes tengan lugares donde poder prepararse para una disciplina que es muy dura, pero también muy gratificante”.

Aumentar el nivel Igor Yebra señalaba a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA que él siempre está dispuesto a involucrarse con todo lo que pueda mejorar el mundo de la danza: “Me parece un proyecto bonito, serio. El alma del programa que se hizo en su día se mantiene porque la productora es la misma. Digamos también, que canal #0 propone un proyecto muy profesional, una escuela que sea escuela y nada más, con esos argumentos me convencieron y aquí estoy dispuesto, como ellos, a darlo todo por el programa”.

Yebra quiere que este proyecto sirva para abrir los ojos de muchos que siguen sin ver la danza como “lo que es una profesión muy seria, dura y que implica el compromiso absoluto y total de quien la abraza como compañera y proyecto de vida.

Mientras Yebra, Karrera y Moure van atendiendo a los medios y los responsables del casting ultiman focos, comprueban sonido y sitúan sus cámaras, los aspirantes con sus número correspondientes pegados al cuerpo van tomando posiciones, intercambian números de teléfono, porque este casting sirve también para hacer amigos: “Nos hemos conocido esperando y ya nos lo hemos contado todo”, dicen dos chavalas mientras hacen tantas flexiones que te producen una sensación imaginaria de chasquidos de huesos, músculos y futuras agujetas.

Una experiencia Nerea García, una joven de Barakaldo, sonríe constantemente y comenta lo ilusionada que está por participar en este casting: “Bailo desde muy pequeña, desde los cuatro años más o menos. Tengo 20 años y me acuerdo de cuando daban este programa en Cuatro, siempre que lo daban iba a casa de mi amama corriendo a verlo, me gustaba mucho. Solo iba a merendar mientras veía Fama. Siempre me quedará el recuerdo de merienda y ver bailar a los de la academia en la tele”.

Rodeada por más jóvenes es consciente de lo difícil que es conseguir pasar las sucesivas rondas de esta selección: “Cierto que tengo ilusiones, que me encantaría entrar, pero también vengo para disfrutar de esa experiencia, no he venido pensando en que me van a coger, si lo hacen mejor”, añade que ella tiene también otros planes porque es estudiante de Periodismo, aunque si tiene que elegir, ninguna duda, bailar: “Siempre bailar, lo he hecho desde pequeña y pienso seguir haciéndolo todas las veces que pueda.

“¿Nervios? No, para nada... Bueno, estoy como un flan, para qué decir lo contrario. He venido desde Burgos, he madrugado y llevo preparando esto desde que se anunciaron las fechas del casting. En casa les he vuelto locos a todos, no he dejado de ensayar”, esta es María, inagotable bailando, inagotable hablando. Es movimiento en estado puro. “¿Agujetas? Para nada estoy como una rosa”, se despide mientras se une a otro grupo que se mueve de forma frenética, pero con mucho ritmo.

Muchos de los asistentes dicen se han dado cita en el casting para vivir una experiencia que les emociona y para juntarse con gente que piensa y siente como ellos. “Bailar libera de todo, es como sentirte libre y no pensar más que en moverte. Bailar es música, ritmo, soñar y moverte... Es apasionante. No entiendo a la gente que no le gusta bailar”, así de apasionado se muestra Julen, “bueno, yo me llamo así, pero mejor pones ese nombre. ¿Foto? No, prefiero que no se enteren que he venido, algunos no lo entenderían. Solo te digo una cosa, prueba a bailar cuando estés triste, cuando estés cansada y verá cómo todo cambia”. Son cerca de la una del mediodía, Igor Yebra da comienzo al casting comienzan a bailar de doce en doce, luego llegará la selección, hace una advertencia: “No bailéis como en una discoteca”, ríe Yebra dando ánimos.