Bilbao - Dice que mantener el ritmo de trabajo frenético que lleva solo tiene un secreto, el placer que obtiene de cada personaje que interpreta. Hoy, termina en Bilbao la función de El cíclope en el Teatro Campos, deja de ser Pedro, un hombre atrapado entre dos mujeres para convertirse de nuevo mañana en Marcelino, el fiel esposo de Manolita, y uno de los tres personajes más veteranos de la serie que Antena 3 emite a diario, Amar es para siempre. Comenzó en esta ficción hace doce años y no tiene ninguna intención de abandonarla voluntariamente, siente que le ha dado mucho a lo largo de este tiempo y que solo un giro de guión o su final lograrán que deje El Asturiano, el bar que regenta en esta historia. La estancia en Bilbao la ha aprovechado para estar con su familia en la capital vizcaína y darse uno de sus mayores placeres, la gastronomía vasca: “Coméis muy bien, siempre que estoy aquí acabo con dos kilos de más”, exagera.
Otro actor televisivo que compagina gira teatral con una serie que además es diaria.
-Somos actores, está claro que nos apetece hacer distintos proyectos. Es un sacrificio pero yo disfruto mucho, es una manera de oxigenarme un poco de la serie, una manera de disfrutar de otros personajes. Es muy saludable y recomendable, a mí me lo pide el cuerpo.
Pero con una serie diaria el sacrificio tiene que ser enorme.
-El ritmo es bastante fuerte, me tratan bastante bien y me lo ponen muy fácil para hacer una gira. Nunca sabes dónde vas a estar en seis meses y sentimos la ansiedad de coger otros proyectos o te apetece hacer mucho un texto y dejas de lado el sacrificio que vas a tener que hacer. Sarna con gusto no pica.
Hablemos de su personaje en ‘El cíclope’.
-Es un tipo que se debate entre dos amores, uno de juventud, no se cerro y quedó sin resolverse, y la vida cómoda que tiene con su mujer, acaban de tener un crío. Se debate entre ser sincero consigo mismo y echarle valor y romper con todo o seguir con la vida establecida hasta el momento. Es un tipo perdido, un tipo que está deseando amar, ser capaz de amar de otra manera?
¡Vaya personaje que le ha tocado!
-¿Verdad? Es un tipo gris, un tipo que se ha acostumbrado a las rutinas con su mujer, una mujer con la que lleva meses sin acostarse. Ese es Pedro, un hombre que juega en la ambivalencia del amor.
Algo que no le pasa con su personaje de ‘Amar es para siempre’.
-Marcelino es un tipo que ama a su mujer pese a las broncas que tiene con ella, con Manolita. Mira que ella es mandona y tiene una forma de tratarle como muy fuerte. Él está enamorado de su Manolita del alma, de sus críos.
¿Manu Baqueiro es más Pedro o más Marcelino?
-Ja, ja, ja? Me pillas con esta pregunta. Creo que cuando estoy con alguien, pues estupendo, y cuando no, me dedicó al trabajo que es lo que me gusta. No te sabría decir y no quiero entrar mucho por ahí.
Usted ha conseguido un puesto funcionario televisivo, doce años en una serie que estuvo primero en La 1 y ahora en Antena 3.
-Eso dicen los colegas de profesión, tengo mucha suerte, que una serie aguante tanto tiempo ya es una sorpresa, pero todavía es más que cuenten contigo durante tanto tiempo, es casi un milagro. Nos encanta trabajar y no me aburro con Marcelino porque le compagino con los personajes de El plan y con El cíclope.
Cada año ‘Amar es para siempre’ cambia a casi todo el equipo.
-Menos a los de El Asturiano, a Anabel Alonso y a Antonio Molero. Cada año es trabajar con gente nueva, da mucha pena que se vaya la gente con la que has trabajado una temporada, pero es también más fresco que si siempre fuéramos los mismos 20 actores. Siendo un poco egoísta, a nosotros, que cada año cambien tramas y gente nos oxigena bastante. A los que somos casi fijos, nunca se sabe, los cambios nos mantienen vivos y hemos tenido la suerte de trabajar con media profesión.
El Asturiano debe ser un bar muy rentable, ¿no?
-Ja, ja, ja? En todos los sentidos. Es el punto de unión entre la serie que emitió La 1, Amar en tiempos difíciles, y la de Antena 3, Amar es para siempre. Mira, cuando en una serie te ponen un bar, sabes que va para largo si la serie dura, por ese local va a pasar todo el mundo. Lo mejor para durar cuando te dan un personaje es que te pongan un bar. Manolita, Pelayo y Marcelino son los personajes que hicimos la transición. El Asturiano es ese sitio reconocible de la serie que se mantiene año tras año.
No me imaginaba que tener un bar en la serie era una garantía.
-Sí, cuando en una serie te dicen que te ponen un bar, son buenas noticias, sabes que no lo van a quitar, es un decorado que va a aguantar, es como un retablo por el que van pasando todos los personajes. Suena bien que te digan que tienes un bar. Cuando te dicen que vas a ser el tabernero, piensas: hostias, va a estar bien, un bar no lo quitan.
Estar doce años en un mismo proyecto supongo que obliga a renunciar a otros.
-Es como la pescadilla que se muerde la cola, todo el mundo sabe que estoy ahí y que no voy a dejar esto; como dice Concha Velasco: Cuando algo funciona no lo dejes. Sería una faena que se fuera de El Asturiano cualquiera de los personajes que estamos allí ahora mismo. También es cierto que me daría pena que se acabara Amar es para siempre sin nosotros.
Tanto tiempo en la serie le infunde seguridad, ¿no?
-Me apasiona el teatro y esta serie me permite trabajar en él y es que son once meses de trabajo, once meses de sueldo.